La reducción del límite de velocidad en la mayoría de calles de la ciudad de A Coruña a 30 kilómetros por horareducción del límite de velocidad A Coruña a 30 kilómetros por hora, que será planteada el próximo miércoles en la mesa municipal de movilidad, se aplicará en este trimestre, según los planes del Gobierno local. El concejal de Movilidad, Juan Díaz Villoslada, llevará a la mesa la propuesta de declaración de A Coruña como Ciudad 30A CoruñaCiudad 30 y posteriormente se creará un equipo técnico que determinará qué calles no estarán afectadas por esta limitación, tras lo que se aprobará el cambio en la normativa mediante una resolución municipal.

El criterio general será que todas las calles de un solo carril por sentido de la circulación -la mayoría de las del casco urbano- tendrán la velocidad limitada a 30 kilómetros por hora, mientras que en las que cuenten con más de un carril por sentido se mantendrán los 50 por hora. Pero aquellas en las que vehículos y peatones circulen al mismo nivel por la carencia de aceras, la velocidad se reducirá a 20 o incluso 10 kilómetros por hora.

La iniciativa municipal se anticipa a la de la Dirección General de Tráfico, que en 2018 proyectó reformar el Reglamento General de Circulación para incluir esta limitación, aunque el Ministerio del Interior informó ayer a este periódico que no tiene una fecha para la puesta en marcha de ese cambio normativo.

"Siempre dijimos que se tenía que reducir la velocidad dentro de la ciudad, ya que por lo que venimos observando es la mejor opción que hay", declaró ayer Luisa Varela, presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos. "No hay otra opción", manifestó la dirigente vecinal sobre las medidas alternativa a la reducción de la velocidad para mejorar la seguridad. Varela estimó que la reducción no tiene por qué afectar al tráfico, pero que si lo hace, ese perjuicio estará compensado por la mayor seguridad. En cuanto a la posibilidad de que surjan protestas, la presidenta de la federación admitió que, al igual que con otras iniciativas, "siempre habrá reacciones en contra".

"Creemos que es pronto para valorar una medida de la que está pendiente determinar y analizar los detalles de su implantación", advirtió Ignacio Prada, director de la Compañía de Tranvías, quien sin embargo defendió la adopción en A Coruña de "todas aquellas iniciativas que apuesten por la humanización de nuestro entorno y por una movilidad sostenible".

"Hay zonas en las que habría que bajar la velocidad porque son de mucho tránsito, como las comerciales", opinó José Luis Boado, presidente de la Federación Unión de Comercio Coruñesa, quien defiende esta medida para garantizar la seguridad de los peatones. Pero Boado advirtió que esta medida debe formar parte de un plan global de movilidad en el que se den "opciones y alternativas para el aparcamiento" ante la previsión de que se prohíba hacerlo en las calles donde se implante el carril bus, por lo que sugirió que se abaraten los precios de los estacionamientos públicos. Este portavoz de los comerciantes señaló además que las líneas de autobús deben ser más adecuadas a las necesidades de movilidad.

ADAPTACIÓN

"Las restricciones son siempre complicadas cuando hablamos de tráfico", explicó el presidente de la asociación Teletaxi, Manuel Sánchez Quindimil, ya que en algunas circunstancias los clientes de este servicio público reclaman a los conductores que se den prisa, aunque admitió: "Habrá que adaptarse, no nos queda otra". Quindimil consideró que la medida será positiva para la ciudad pero señaló que "falta una concienciación generalizada de respetar las normas de tráfico" tanto por parte de peatones como de conductores. Contra lo que se posicionó este profesional son las bandas rugosas como sistema para promover la reducción de la velocidad, ya existente en alguna de las zonas 30 de la ciudad, y al que calificó de "molesto" para quienes viajan en los vehículos.