Cuenta Antón de Santiago que la ópera llegó a la ciudad en 1768, cuando Mozart tenía tan solo doce años. Ahí empezó una relación que no ha hecho más que reforzarse. El barítono y actor es el autor del informe sobre Patrimonio Musical de A Coruña que esta semana publicó el Instituto Cornide. En él se hace un repaso a la historia de "una treintena de instituciones, organismos, entidades y asociaciones públicas y privadas que generan un sector cultural estratégico por la implicación de más de 500 familias de profesionales".

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Una historia marcada por la fundación de la coral polifónica El Eco en 1882, la creación del Conservatorio Profesional de Música, la proyección internacional de la Orquesta Sinfónica, la extensa programación de Amigos de la Ópera y la evolución de la Asociación Cultural Xacarandaina. La mayoría de estas agrupaciones coincide en que, como evidencia el informe, existe una "falta de ayudas económicas" que son necesarias para mantenerse.

El relevo generacional también afecta a las formaciones más antiguas. que ven en esa financiación una forma de atraer a jóvenes promesas. El Instituto Cornide concluye que "las limitadas cuotas de socios y aficionados" son insuficientes. Se necesita más por parte de las administraciones para "no caer en la precariedad".

Las instituciones aplauden el apoyo de sus seguidores, quienes les permiten mantenerse vivos, y se enorgullecen de la extensa programación musical que a lo largo del año ofrece la ciudad. El documento de Antón de Santiago recuerda también la importancia de "conservar el patrimonio material", que se encuentra en un estado "alarmante".