El cuerpo de Diego Bello, el coruñés abatido por la policía filipina acusado de narcotráfico, llegó ayer a Madrid, donde se le realizará mañana una autopsia en el Instituto Anatómico Forense, después de la que ya se realizó en Filipinas. Fue reclamada por la Justicia española, que investiga si la muerte fue una ejecución ilegal.