Rafael Serrano es el vicepresidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), y el responsable del nuevo punto de información que la organización acaba de abrir en la plaza de Pontevedra. Atenderá a propietarios e interesados en el sector los viernes entre las 17.00 y las 20.00 horas, y es posible pedir cita en el correo info@aviturga.es.

¿Cuál es su experiencia en el sector de la vivienda turística?

Llevo colaborando con Aviturga desde que se fundó en 2016 en Portonovo. Se creó por parte de una serie de propietarios para prepararse ante la nueva regulación de pisos turísticos, que llegó con el decreto de 2017. A partir de ahí ayudamos a los propietarios a regularizar viviendas y organizamos jornadas informativas. Tratamos de hacer ver que el propietario es un pequeño guía turístico de su zona, y fomentamos que acoja al huésped con criterios de calidad, mejore la imagen de la vivienda... En mayo pasado sacamos la plataforma de reservas Vitgal, que hemos promocionado en la feria Fitur. Hasta ahora teníamos un punto de información en Portonovo, pero creamos otros en la zona norte, en A Coruña, y en el sur, en Sanxenxo.

¿Por qué eligieron A Coruña, por las posibilidades de crecimiento de la ciudad?

La oficina no es solo para la ciudad, sino para otros municipios. Tenemos presencia en más de cien municipios gallegos. La idea es que funcione como punto de atención para propietarios, asociados o interesados en conocer el sector.

Entre agosto y diciembre del año pasado, el número de viviendas turísticas en A Coruña ha subido de 315 a 361. ¿Cómo evalúa este crecimiento?

Actualmente, en A Coruña no hay una densidad muy alta de viviendas turísticas. Pese a lo que se dice a veces, no creemos que sea conflictivo ni que haya creados distorsiones hasta el momento.

¿Cuál es el perfil de usuario que alquila un piso turístico en la ciudad?

Suelen ser familias o grupos de amigos que quieren estar más tiempo en la ciudad de lo que pasarían en un hotel, que es la opción que eligen si vienen un día o dos. El piso genera la intimidad que hay en una vivienda, y alquilarlo les permite poder replicar lo que uno hace en casa, como cocinar. Se trata de estar en la ciudad como si uno fuese un vecino más.

¿Predominan gallegos, personas de otras partes de España o extranjeros?

Vienen turistas de todas partes, según la temporada. El turista de larga distancia, americano, australiano, alquila un coche y hace un viaje largo parando por distintos puntos. También existe el turismo tradicional de la ciudad en verano. Entre temporada, encontramos grupos de amigos, gente joven que vienen de fin de semana. Estos ya serían españoles. Los pisos los emplean también grupos que no tienen residencia en la ciudad pero que tienen que acudir por algún motivo. Por ejemplo, emigrantes que vuelven por una boda, un funeral o un motivo familiar.

Ha habido un especial aumento en el número de pisos en zonas como Monte Alto o Pescadería. ¿Cuáles son los barrios más apetecibles?

No veo que en A Coruña haya ninguna zona con excesiva concentración, y la densidad de pisos turísticos es todavía muy baja. En cuanto a la zona ideal, la ciudad tiene unas dimensiones muy contenidas, no es como Madrid. Si la vivienda es de calidad y es atractiva, creo que es indiferente que esté en Cuatro Caminos o en Monte Alto. Hay gente que quizás quiere estar en la calle de la Barrera, otra viene para más días y prefiere tranquilidad...

La Asociación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto afirma que el número de pisos turísticos provoca un alza del precio de los alquileres.

Sobre el aumento de precio del alquiler, después de la crisis se dejó de construir vivienda pública, la ciudadanía tiene más dificultad para acceder a un préstamo, hay más inestabilidad laboral... Todo eso conduce a que la gente no pueda comprar y alquile, y eso disminuye el número de viviendas disponibles. Ese es el problema de la vivienda en España, que es estructural. En el caso de A Coruña, tenemos Someso o el Ofimático, allí hay suelo para hacer vivienda nueva. Responsabilizar a los propietarios por el uso que quieran darle a su segunda vivienda es señalarlos de una forma injusta. El alquiler turístico es un rendimiento igual a alquilar a largo plazo, o a un estudiante durante el invierno. Otra cosa importante: el 85% de los propietarios de pisos de uso turístico en Galicia solo tienen una vivienda extra. Muchas veces el alquiler es solo de temporada: durante el invierno se alquila a estudiantes, durante el verano a turistas. O la típica casa de familia que está cerrada, un joven que compra una vivienda y emigra porque aquí no tiene trabajo...

Desde la asociación de vecinos Ensenada del Orzán señalan problemas de convivencia por ruidos. ¿Es así?

No hay denuncias, o datos concretos, de que los pisos turísticos generen conflictividad. Normalmente se pone en las viviendas que se prohíben fiestas y se está reduciendo el número de personas que acuden a los pisos para festejar. Es cierto que los inquilinos pueden llegar tarde, o hacer algún tipo de ruido, pero como otros colectivos. Lo que recomendamos, como asociación, es que si hay algún tipo de conflicto, se medie y se hable con el propietario para que tenga más precaución con el tipo de gente que venga. Hay formas de pulir esos desajustes. Además, el decreto de 2017 establece que tiene que haber un número de atención del propietario de 24 horas.

Es obligatorio registrar los pisos turísticos, pero el Concello señala que siguen existiendo alquileres ilegales.

Sobre los pisos que estén abiertos ilegalmente, lo que hay que hacer es identificarlos y cerrarlos. Nosotros no lo defendemos. Solamente representamos y ayudamos a propietarios que tienen las viviendas legalmente.