Xulio Ferreiro era profesor de la Universidade da Coruña antes de convertirse en el cabeza de la lista de Marea Atlántica en las municipales de 2015. Los resultados le dieron la Alcaldía y también se la quitaron cuatro años después. Tras los comicios, decidió retirarse de la primera línea de la política municipal y volver a las aulas y ayer dio „otra vez„ su primera clase.

Lo hizo en el aula 4 B de la Facultad de Derecho, en la segunda planta, con un Power Point, un rotulador rojo, alumnos de ocho países sentados en los pupitres y un inglés que, según confesó, llevaba sin utilizar "cinco o seis años".

Y es que, en esta nueva etapa en las aulas, Ferreiro, profesor de nuevo, imparte la asignatura de Procedimiento Penal, una troncal de tercer curso a alumnos y alumnas que siguen el itinerario bilingüe, así que muchos de ellos son Erasmus. Lo hace sin un libro de texto, porque no hay ninguno escrito en inglés sobre la legislación española y sus procedimientos, así que, se tendrán que apañar con los manuales que hay en castellano, con los apuntes, las clases y las tutorías.

En su presentación, Ferreiro no les contó a sus alumnos nada sobre su pasado en María Pita ni de sus cuatro años con el bastón de mando en la ciudad, aunque seguramente lo descubran dentro de poco, cuando empiecen a hablar en los pasillos o a comentar sus clases.

Ferreiro, que ayer, antes de entrar al aula estaba un poco nervioso, por si le fallaba el inglés o por si los alumnos no contestaban a sus preguntas sobre qué sabían y qué no, sobre cómo se desarrollan los juicios y las investigaciones según la legislación española, pidió "puntualidad" y les lanzó un mensaje de tranquilidad a los que amenazaban con atragantarse con la asignatura en la primera clase. "Yo estaré puntual y espero que vosotros también. Me encantaría que hicieseis preguntas. No tengáis miedo de preguntar y de participar. Estamos aquí para aprender", les recordó Ferreiro a sus alumnos, que se afanaban en tomar notas en sus ordenadores y con los que acordó que empezarían sobre las 11.10 horas. Primero, sobre el examen con veinte preguntas tipo test al que se tendrán que enfrentar si quieren aprobar, después, sobre qué es un proceso penal, qué es un crimen, qué no, quién lo decide y cómo se investiga.

"No os preocupéis si no lo entendéis todo hoy, que vamos a volver sobre todo esto con más detenimiento", les dijo, ya más relajado, Ferreiro a sus nuevos compañeros de aula, casi todos llegados de muy lejos. Había, sentados frente a la pantalla del proyector y la pizarra blanca, estudiantes de Bulgaria, Turquía, República Checa, Croacia, Francia, Alemania, Armenia, Vigo, Ferrol y A Coruña.

Al principio eran doce, pero con el paso de los minutos fueron entrando más, primero dos, después otra alumna y, pasada ya la mitad de la clase, la última de las asistentes a esta vuelta a la Universidad del exalcalde.

No será esta la única materia a la que se enfrentarán Ferreiro y sus alumnos durante lo que queda de curso. También impartirá una parte de Dereito Público Autonómico, otra asignatura de tercer curso, aunque esta ya en gallego, y otra parte de una asignatura optativa, Aproximación cinematográfica ao Dereito, que ya formaba parte de sus tareas antes de cruzar al otro lado de la política.

Ferreiro aseguraba ayer que, viéndose de nuevo en la facultad, no piensa en volver a los plenos, a las jornadas maratonianas de la primera línea ni a verse cada día en las noticias, aunque, confiesa que no se ha "desconectado" del todo. "Es inevitable pensar en política", reconocía ayer, en un ambiente que vuelve a ser el suyo otra vez, en el que ya saben que le gusta el café cortado y la tortilla.

"Esto es como andar en bicicleta, no se olvida", resumía ayer Ferreiro, acomodándose ya a una vida más parecida a la que tenía hace cinco años, con "horarios más o menos fijos", con tiempo para conciliar, para leer y para seguir aprendiendo y enseñando.