Los jardines de Méndez Núñez ya no son el punto de encuentro de jóvenes que inician la noche de fiesta con el botellón. La Junta de Gobierno local aprobó ayer la declaración de este espacio como Zona de Especial Protección, por lo que los infractores se pueden enfrentar a multas de entre 200 y 3.000 euros. Esta declaración afecta también a Sánchez Bregua, Cantón Pequeño y Cantón Grande, avenida de la Marina, Alcalde Manuel Casas y avenida do Porto.
El Concello activó ayer, por primera vez, un dispositivo formado por agentes de la Policía Local que precintaron los jardines para que los jóvenes no pudiesen acceder a la zona con botellas, vasos y hielos. Nadie lo hizo. También es cierto que llovió y que hay exámenes universitarios.
Esta medida ya se había tomado en 2008 para que el botellón desapareciese de la plaza del Humor, y se hizo lo mismo en Santa Catalina, Cormelana, Africano y las calles de la Ciudad Vieja, donde está prohibida esta práctica.
En el informe elaborado por el jefe de Calidad Ambiental del Concello se alerta de la posibilidad de que el botellón se traslade a otras zonas de la ciudad, como ocurrió otras veces, y lo más probable es que se asiente en el entorno de Pescadería.
La asociación vecinal Ensenada del Orzán ha levantado la voz en los últimos días para recordar las molestias que sufren a diario los vecinos por ruido, no solo de los locales, también de la gente que bebe en la calle durante la noche. La alcaldesa, Inés Rey, confirmó que la actitud del Concello "en ningún caso es pasiva".
