El proyecto de ampliación del complejo sanitario presentado esta semana por la Xunta excede los límites de suelo que había reservado para este fin el plan general. Si bien el documento que rige el urbanismo en la ciudad contemplaba ya que las instalaciones hospitalarias crecerían en este ámbito, lo hacía de una manera diferente y con menos calado a la proyectada ahora por Sanidade.

El Concello tendrá que cambiar el plan general para hacer realidad todas las exigencias del Gobierno autonómico, que desechó la ubicación de los terrenos de la fábrica de la armas, al entender que esta localización cargaría de más tráfico a la avenida de Alfonso Molina y que sería imposible conectar las nuevas instalaciones con esta vía, que registra ya con una alta ocupación.

Frente al plan general, el proyecto de la Xunta ocupa las parcelas que ahora están construidas con chalés y las que no lo están, pero que son urbanizables para dos bloques de hasta tres alturas. El Sergas las quiere convertir en una plaza y en zonas verdes. Esto implicará la expropiación a sus propietarios que, esta semana, se quejaban de haberse enterado por la prensa de la condena que puede pesar sobre sus viviendas. En el plan de 2013, estas edificaciones no se veían amenazadas, ya que el hospital crecía hacia A Pasaxe y también hacia la zona en la que ahora está el aparcamiento del hospital.

La mayor parte de este estacionamiento queda ahora fuera del ámbito de ampliación previsto por la Xunta. En el plan general el parking se soterraba para construir en superficie un hotel de iniciativa privada de hasta cuatro plantas, que tendría a un lado espacio libre y, al otro, las instalaciones hospitalarias.

El cambio del plan general también tendrá que reconvertir dos parcelas entre el hospital y los chalés a expropiar, que en 2013 se planificaron como espacio dotacional privado "para usos complementarios al hospitalario".

Tanto la alcaldesa, Inés Rey, en declaraciones a una radio local, como el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, a preguntas de este diario, se mostraron ayer cautos a la hora de evaluar el proyecto de ampliación del hospital. Ambos se refirieron a la reunión que mantendrán la próxima semana técnicos municipales con los de Sanidade para conocer los detalles de este proyecto, que está valorado en 395 millones de euros.

La Xunta dice que lo iniciará este año, con las obras de las antiguas Urgencias, pero se refiere a unos trabajos que formaban parte de la tercera fase del plan director del hospital, aprobado en 1998, y que ahora rebautizan como la fase inicial de la ampliación. En las Urgencias de la cuarta planta se concentrarán las UCIs, habrá hospitales de día y también una nueva planta de hospitalización. El edificio de investigación también está previsto que se ponga en marcha durante este año, en una parcela que cederá el Concello.

Será también en esa reunión de la próxima semana en la que los representantes municipales aclaren cuáles son las expropiaciones que tendrán que hacerse con cargo a las arcas del Concello y cuáles a las de la Xunta. En la presentación del proyecto, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ponía el peso de la expropiación de 30.000 metros cuadrados de terreno, la reorganización de los viales y su ampliación, así como la provisión de servicios básicos en el cuaderno de tareas del Concello para los próximos meses. Las expropiaciones están valoradas en doce millones de euros.

"En los próximos días vamos a tener una reunión con los equipos de la Xunta para analizar en qué consiste, cuál es el ámbito concreto, qué modificaciones de viario, qué ámbito expropiatorio exactamente se va a establecer y qué es lo que va a hacer cada Administración", comentó ayer Díaz Villoslada. Tendrán que decidir también cómo se hacen todos los cambios en el plan general que la ampliación requiere, si realizando una modificación puntual sobre el documento aprobado o con la aplicación del procedimiento de urgencia. Los plazos de estos procedimientos influirán también en la futura ejecución de las obras.

Marea visita Eirís

Representantes de Marea Atlántica, entre ellos los concejales Iago Martínez y Xiao Varela, acudieron ayer al barrio de Eirís, donde residen los vecinos que se enteraron por la prensa de que sus casas interferían en el desarrollo del nuevo hospital. Les adelantaron a los vecinos que solicitarán en el Pleno, que el Gobierno local vaya al barrio a explicarles a los afectados qué pasará con sus viviendas.

También lo hará en el Parlamento el diputado Xan Xove, que instará al Ejecutivo autonómico a volver a la ciudad y a facilitar toda la información disponible sobre la transformación del barrio. "Exigiremos transparencia y seriedad en todo el proceso de expropiaciones, para no jugar con la vida de la gente, y para no repetir desastres como el del Ofimático o el de San Vicente de Elviña", declaraban ayer fuentes de Marea Atlántica.