El histórico local de San Agustín ha colgado, sorpresivamente, el cartel de liquidación por cierre en su escaparate. La mercería Elvira cierra sin haber cumplido las siete décadas, pero casi rozándolas. En 66 años de historia fueron muchos los botones, cremalleras, lazos, medias y hasta atuendos carnavalescos que sus dependientas, tan históricas como el propio establecimiento, despacharon primero en el local de San Agustín y, más tarde, en la sucursal de San Nicolás que abrió sus puertas posteriormente.

Fue Elvira Otero, primera propietaria y fundadora, quien levantó un negocio con una premisa: solo mujeres tras los mostradores. Los locales pasaron de mano en mano por los diferentes miembros de la familia, que convirtieron la lucha que la abuela inició para abrir las tiendas, por la pelea diaria para mantener a flote su comercio de barrio ante la amenaza de las grandes superficies. Hoy "las Elviras" han decidido jubilarse.