Vestidos hechos con vasos de yogures, chalecos con briks de leche y diademas con bolsas de basura. Esos fueron algunos de los diseños que los alumnos del colegio Salesianos San Xoán Bosco lucieron ayer en el multitudinario desfile organizado en el teatro del centro y que pretendía lanzar un claro mensaje: la necesidad de cambiar nuestros hábitos de consumo para cuidar el medio ambiente.

Todo surgió en una clase de 3º de la ESO el pasado mes de octubre cuando, estudiando el tratamiento de los plásticos en la materia de Tecnología, la profesora Estela Veiga pensó en la cantidad de residuos que el ser humano produce diariamente. "Creí que era importante que ellos también viesen la cantidad de plásticos que tenemos a nuestro alrededor. De hecho, hay tantos que hasta nos podemos vestir con ellos", explica la docente.

Para su sorpresa, la acogida de su idea fue tal que poco a poco el proyecto se fue haciendo más grande y, además de sus alumnos, también se sumaron los de 1º de Bachiller y los de Infantil. Si bien los de Secundaria diseñaron sus propias prendas, los demás lucieron propuestas de una antigua alumna del centro que a día de hoy se encuentra formándose como diseñadora de moda, Paula Vicente.

En total, el medio millar de asistentes del desfile „entre los que se encontraban la alcaldesa, Inés Rey, y la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán„ pudo conocer un total de 75 diseños pertenecientes a diez colecciones diferentes, cada una de ellas inspiradas y denominadas como una zona verde, una plaza pública o un museo de A Coruña. Y es que más allá de reivindicar el cuidado del medioambiente, el centro también quiso destacar aquellos lugares con valor simbólico, ecológico o paisajístico como la Torre de Hércules, las playas Orzán-Riazor, el Monte de San Pedro, la Domus, los Jardines de Méndez Núñez o la plaza de María Pita.

Así, por ejemplo, las niñas de Educación Infantil desfilaron a ritmo de Baby Shark luciendo la colección Aquarium Finisterrae de Vicente con vestidos hechos con bolsas de basura azules, mallas de plástico, conchas y estrellas de mar elaboradas con envases de aluminio. Por su parte, los que diseñaron sus propias colecciones afirman que el reto parecía mucho más complicado de lo que finalmente resultó ser. "Al principio pensamos que era difícil reunir todo el material para hacer la ropa, pero en apenas unos días lo conseguimos", cuenta una de las alumnas, Nuria García, que presentó un vestido elaborado con yogures, pajitas, bolsas de galletas y tapones de plástico.

Una práctica que ha servido para crear conciencia acerca del consumo de plásticos, la moda sostenible y el cuidado del medioambiente, pero también para que los estudiantes llevasen a cabo entre todos un gran proyecto en colaboración con la Facultad de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña y con empresas como Ecoembes, Salpax, Itfab y Flaco Studio. "Estamos muy orgullosos de nuestros alumnos. Estaban ilusionados con el desfile, fueron puntuales en los ensayos, respetuosos e hicieron muy buen trabajo en equipo", cuenta Veiga.

La iniciativa coordinada por el equipo BoscoGreen, que lleva a cabo las actividades de política ambiental del centro, se enmarca dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y con ella el colegio formaliza su adhesión a Don Bosco Green Alliance, la división internacional de entidades salesianas con propuestas ambientales responsables.