Desde que dejó aparcado los apuntes de técnico de sonido por las canciones que subía a su canal de YouTube, Francisco Javier Álvarez „conocido por todos como Beret„ se ha visto inmerso en una vorágine. El éxito le alcanzó con singles como Lo siento o Te echo de menos, que escalaron rápidamente para conquistar las radios y sonar en tablas como las de Operación Triunfo. Con Prisma, su nuevo álbum, el músico mueve ficha para repetir la jugada de la mano de seis canciones inéditas y sus composiciones más aplaudidas, que presentará este sábado a las 21.00 horas en el Coliseum.

¿Hay distintos Berets en Prisma ?

Sí. En Prisma está el Beret del 2016, y también parte del actual. Se pueden ver canciones de reggae, de pop, canciones con una estructura más rapera... Es un híbrido absoluto entre el antiguo y el nuevo.

Tanto en uno como en otro vuelca sus vivencias personales, ¿no se da por aludido su círculo?

Hay personas que se dan por aludidas en las historias que cuento, porque hablan acerca de mi vida. Pero también es cierto que a veces se equivocan.

Su música habla también de superación, ¿cuáles son sus batallas?

La batalla de la que he salido victorioso es mis metas, ganarme la vida. Y la batalla que tengo siempre es la lucha contra la ansiedad. Lucho contra el crecimiento propio, contra mis guerras internas...

Muchas las provoca el amor, una de sus banderas. ¿Sobrevive ese romance sobre el que canta hoy en la era Tinder?

Yo creo que el amor va más lejos del tiempo, más lejos de todo lo que se dice. Es algo muy subjetivo. En la época en la que vivimos todo es muy efímero, pero cada uno puede vivir un amor romántico sin ninguna duda. Por eso yo escribo acorde a lo que siento y a lo que pienso...

Y rápido...

Porque tengo claro lo que quiero transmitir.

Si escribe una frase y no sale la canción, ¿se asusta?

Más bien la dejo aparcada, hasta que nazca.

Uno de sus nuevos temas se llama Desde cer o. ¿En qué ha tenido que reiniciar el contador Beret?

Intento que todos los días sean desde cero. No levantarme con un peso en la espalda por el pasado...

"Todo el mundo te aconseja suficiente para que seas lo que quieren", canta en Vuelve . ¿Han querido convertirle en otra cosa?

No han querido cambiarme, porque creo que el que se cambia al fin y al cabo es uno mismo. Pero he tenido mucha evolución. Intento ser lo más claro posible, pero al mismo tiempo trato de dejar una interpretación doble de mis mensajes, para que cada uno escriba su historia con cada canción.

Son mensajes intensos, un adjetivo que ha empleado para describirse, ¿no le juega el rasgo a la contra, con todo lo que está viviendo?

No, porque intenso no es acelerado. Se puede ser sereno y vivir al 100%. Yo ahora me considero más simple. Antes necesitaba algo exagerado para sentir un poco y ahora necesito poco para sentir mucho.

¿Echa algo de menos de aquel chico que grababa temas entre el temario de técnico de sonido?

Sí. Extraño la privacidad, una presión menor...

Cuenta que su padre fue el que le animó a dar su primer concierto.

Y ahora alucina. Me lo llevo de gira y creo que se lo pasa mejor que yo.

Auguraba en 2019 que pasarían cinco años antes de poder pisar el Wizink, pero en 2020 ya le toca. ¿La vida va más rápido que sus previsiones?

La vida va demasiado lenta en mi cabeza y demasiado rápida en la realidad. Pero pienso que eso es lo que hace que todo sea más bonito.