Los entrenadores llegan a los partidos con las tácticas ganadoras en la cabeza, pero a más de uno se le olvida la pizarra para enseñárselas a los jugadores. Como alternativa, muchos usan las paredes blancas, de azulejo, de los vestuarios de los campos coruñeses, en los que se ven dibujos y alineaciones. Esto se acabó. El Concello ha colocado carteles para avisar de la prohibición de esta práctica.