El Club Financiero Atlántico, punto de encuentro de empresarios y profesionales de las finanzas de la ciudad desde hace 30 años, tiene las horas contadas. La junta directiva ha enviado a sus socios y a los trabajadores, a quienes se les adeudan dos mensualidades, una carta en la que comunica que la entidad, en concurso de acreedores desde el pasado mes de diciembre, no puede garantizar ni su "viabilidad" ni su "continuidad".

La representación sindical de la plantilla, formada por 21 empleados, confirma que ante la falta de liquidez se está acelerando el proceso concursal en el juzgado mercantil para la rescisión de los contratos y el pago de las indemnizaciones laborales.

Deudas con los proveedores, Hacienda, la Seguridad Social y los trabajadores lastran la actividad del Club Financiero, cuya directiva, presidida por Mariano Gómez-Ulla desde 2015, ha justificado su difícil situación en el precio del alquiler de las instalaciones que ocupa en la calle Salvador de Madariaga, subido por su propietario.

Según fuentes sindicales, la cuota mensual es de 1.400 euros, pero la entidad lleva cinco años sin pagarla. El contrato de arrendamiento expiró en 2019, pero ni el dueño del edificio ni la directiva tienen intención de negociar el nuevo alquiler, añaden las mismas fuentes. La plantilla, que denuncia la falta de soluciones del presidente, se concentrará ante la sede mañana de 11.00 a 13.00 horas, como hizo el pasado viernes.