La Policía Local entró ayer en el asentamiento chabolista de A Pasaxe para garantizar el derribo de cuatro de sus infraviviendas. Dos de ellas estaban habitadas por familias con menores muy pequeños a su cargo, que fueron realojadas en pisos. La otra estaba en la entrada del poblado y, en el momento del derribo, estaba vacía. Las máquinas redujeron también a escombro una caravana anexa.

Las dos familias con menores recibieron ayer las llaves de su nueva vivienda, de modo que el derribo de sus chabolas se hizo de común acuerdo, según explicó la concejala de Servicios Sociales, Yoya Neira, que adelantó que el plan del Gobierno local es seguir adelante con el desmantelamiento del asentamiento chabolista "tan pronto como sea posible" para que los residentes en A Pasaxe puedan acceder a una vivienda digna y los pequeños puedan tener una oportunidad más allá del poblado.

Tras el realojo de estas dos familias quedan en el poblado 17 familias más, según los datos municipales. Para abandonarlo, los afectados pueden unirse voluntariamente al programa de hábitat digno del Concello, que les facilita la búsqueda de una vivienda.

"Demarcación de Costas pone un plazo para que esto quede vacío y nosotros vamos a trabajar para que sea en el menor tiempo posible. Estamos hablando con Costas para que se flexibilice ese plazo, pero estamos muy fuera. Nuestra intención es erradicarlo. Si digo durante este año, quizá me aventure. Si pudiese ser mañana, sería mañana y no esperaríamos un año. Estamos trabajando a buen ritmo y las familias que se han ido están integradas en la comunidad. Como sociedad no podemos permitir que haya niños viviendo en esa situación", concluyó la edil.

A primera hora de la mañana. llegaron las trabajadoras sociales con los agentes para entregar las llaves de sus nuevos pisos a las dos familias que habían sellado su realojo. Entonces, la pala destruyó lo que, durante años había sido su hogar, y un camión con bloques de hormigón con el logo del Concello de A Coruña, entró para que los operarios los colocasen y delimitasen el espacio libre de chabolas.

La concejala explicó ayer que, durante un tiempo, no se realizarán labores de limpieza en los solares „entre los escombros había ayer restos de uralita„ para evitar que los chabolistas vuelvan a instalarse en los terrenos.

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El Concello derriba cuatro infraviviendas en A Pasaxe

El propietario de la otra infravivienda y de la caravana que fue arrollada por las palas se quejaba ayer de que nadie le había avisado de que amanecería sin su caseta. La concejala aseguró ayer que los derribos se realizaron en base a criterios técnicos y que, según sus informes, la chabola llevaba deshabitada varios meses. Un testimonio que contrasta con el de la madre del perjudicado, Josefa, que consiguió hace tres años irse del poblado, y que aseguró que su hijo seguía viviendo en A Pasaxe aunque ayer no estaba porque había llevado a su mujer a Santiago.

Llegados a este punto, el proceso no fue pacífico. Sobre las diez de la mañana, la Policía Local y algunos de los residentes en la zona se enfrentaron, al ver que las palas se llevaban por delante, no solo las viviendas de las familias realojadas sino también la de este vecino, que ocupa una parcela en la que almacena y quema chatarra, que es su medio de vida.

Neira confirmó que, durante la mañana, se produjo un momento de tensión y que los agentes "repelieron" los ataques de los residentes. Un enfrentamiento que se saldó con algunos de los vecinos lastimados, con empujones y porrazos en piernas, brazos y espalda, según los testigos. Una parte de los agentes desplazados al asentamiento lo hicieron ataviados con material antidisturbios, con cascos y chalecos.

"Le pedimos que nos dejaran sacar las cosas, pero nada. Ahí está un paquete de sal, el colchón... Mi hijo tiene la chatarra aquí, tienen que dejarlo pasar para que la pueda cargar", decía ayer Josefa, la madre del chabolista. Pasadas unas horas, el acceso a la parcelas estaba cerrado por bloques blancos.

"Lo que ha pasado hoy [por ayer] es, seguramente, lo que vaya a seguir pasando hasta que se culmine la erradicación del poblado chabolista. Estamos trabajando de manera incesante desde que hemos llegado y me consta que el equipo Hábitat ya lo hacía anteriormente para encontrar viviendas y para sacar a las familias para que puedan vivir en un lugar digno, sobre todo, cuando se encuentran acompañados de menores. En la Conservera Celta viven niños de muy corta edad en unas condiciones que no son adecuadas y no son admisibles para ningún niño y ninguna niña en esta ciudad. Hoy [por ayer] salieron dos familias, una compuesta por dos adultos y dos niños de corta edad, y otra compuesta por dos mujeres, una madre y una abuela y un bebé de tres meses", relató Neira.

Marea denunció ayer que el Gobierno local había actuado con violencia y con "falta de diálogo" en el desalojo de este asentamiento chabolista. "Ir con la porra por delante solo sirve para criminalizar a colectivos vulnerables y darle alas a los discursos de odio", dijo un portavoz de la formación.