El futuro del hospital Materno Infantil cuando su actividad asistencial sea absorbida por la ampliación del Hospital Universitario será la demolición. Así lo aseguró ayer el arquitecto del área sanitaria de A Coruña, José Manuel López Mihura, quien lo calificó de "edificio enfermo", ya que padece aluminosis, un defecto del hormigón que afecta a su resistencia. Según este técnico, el inmueble "en breve llegará al final de su vida útil", por lo que consideró que "conviene demolerlo a medio plazo", aunque manifestó que esta medida favorecerá la recuperación de las vistas de la ría desde ese punto.

Cuando se presentó la ampliación del Hospital Universitario, el Sergas anunció que el Materno abandonaría su actual ubicación y se trasladaría al nuevo complejo que se construirá en As Xubias de Arriba, aunque tan solo justificó esta decisión con el argumento de que el edificio situado al pie de la ría no es adecuado para continuar desarrollando su función sanitaria y que además es mejor situarlo junto al hospital general. El organismo detalló además que cuando deje de ser utilizado con fines asistenciales pasará a manos de la Tesorería General de la Seguridad Social, aunque eludió cualquier referencia al estado de sus estructuras.

López Mihura proporcionó este dato sobre la situación del Materno en el debate organizado ayer por la asociación Coruña Metropolitana 3.0 acerca del proyecto del nuevo hospital, en el que expuso las líneas generales de esta iniciativa y defendió la opción de la ampliación en su ubicación actual frente a la construcción de otro complejo en la fábrica de armas. El arquitecto aludió a la prohibición expresada por el Ministerio de Transportes a que el antiguo complejo industrial de Pedralonga cuente con un acceso directo a Alfonso Molina como el principal impedimento para que el proyecto se sitúe allí, aunque admitió que la accesibilidad es una cuestión pendiente en el actual hospital desde su construcción en 1972, ya que tampoco se resolvió con el Plan Director del complejo diseñado en el año 2000 por las discrepancias entre las administraciones implicadas.

A pesar de la presentación pública llevada a cabo por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y de los gráficos y datos aportados en aquel acto, López Mihura advirtió de que lo que existe en la actualidad sobre el nuevo hospital es tan solo un "boceto", ya que se convocará un concurso de arquitectura para elaborar el proyecto, en el que se definirán sus características y la ubicación de los diferentes edificios que lo integrarán.

Ante la polémica generada en el entorno del hospital por la necesidad de expropiar 19 viviendas para su ampliación, Mihura explicó que la ocupación del aparcamiento público existente junto a la avenida de Lamadosa no proporcionaría el espacio suficiente, cifrado en 37.000 metros cuadrados.

Aunque la propuesta planteada por el Sergas incluye edificios que obligarían a expropiar solo unas pocas viviendas, el arquitecto defendió crear en el entorno del nuevo hospital una zona verde que proporcione áreas de esparcimiento a los usuarios, lo que supondría la desaparición de un mayor número de casas.

Sobre el impacto que tendrá el plan de la Xunta para ampliar la anchura de los viales existentes en Eirís para facilitar la comunicación del hospital, Mihura admitió que implicará más expropiaciones pero señaló que será una actuación secundaria con relación a las demás.

En el debate participó Francisco Dinís, asesor de la concejalía de Urbanismo, quien recordó que el Gobierno local se mostraba opuesto a la posibilidad de ubicar el nuevo hospital en la fábrica de armas y añadió que en la ciudad no existen otras parcelas públicas que pudieran albergar este proyecto, ya que las situadas en Penamoa no pueden utilizarse al estar afectadas por la proximidad de la refinería.

El arquitecto Alberto Unsain, miembro de Coruña Metropolitana 3.0, defendió la ampliación del hospital sobre el aparcamiento público al aire libre y la zona del actual hotel de pacientes, ya que solo habría que expropiar la primera instalación, aunque Mihura rebatió su propuesta recordando que la segunda área ya está incluida en el proyecto y por lo tanto es necesaria más superficie. Unsain advirtió del riesgo que supondrán las expropiaciones para los plazos del proyecto y propuso que el acceso por Eirís sea por la avenida de Lamadosa.