El Concello coruñés cuenta ya con presupuesto para este año tras haber sido aprobado de forma definitiva en el pleno celebrado ayer, en el que se rechazaron todas las alegaciones presentadas, salvo la formulada por UGT, CIG y CCOO para incrementar las plazas de promoción interna de los trabajadores municipales del subgrupo C1, en el que además se ampliará su número.

El número total de reclamaciones fue de 86, el más alto en la historia del Concello, y la desestimación incluyó a las del Partido Popular, único grupo que votó en contra del proyecto de presupuestos, aunque durante la sesión Marea Atlántica y BNG efectuaron advertencias a los socialistas por lo que consideran como incumplimientos del pacto de gobernabilidad firmado al inicio del mandato.

La sesión comenzó con la aprobación de una enmienda al presupuesto promovida por PSOE y Marea precisamente para cumplir uno de los puntos del acuerdo entre ambos grupos, referido a la inclusión de los programas Cultura de Barrio y Xerminal en las cuentas del Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE).

El PP solicitó la retirada de la enmienda ante el informe del interventor que la consideraba irregular, aunque el secretario municipal señaló que ese reparo se basa en una sentencia que se refiere a la aprobación del presupuesto mediante una cuestión de confianza. También mencionó que el reglamento municipal permite presentar estas enmiendas y que además su impacto en el presupuesto es de solo 200.000 euros, frente a los 260 millones que suponen su importe global.

Esta iniciativa no incluyó, sin embargo, otra de las reclamaciones que había planteado Marea, la contratación de un director profesional para el festival Noroeste Estrella Galicia. El concejal de Hacienda, José Manuel Lage, pidió disculpas y asumió la responsabilidad por no haber atendido esta exigencia con tiempo para haber convocado el concurso público mediante el que debería cubrirse la plaza, lo que obligará a posponerlo para el próximo año.

Iago Martínez expresó la preocupación de Marea Atlántica por la "lentitud en el cumplimiento de algunos de los acuerdos" con los socialistas en lo que calificó de "políticas claves", como la exclusión del sector de San Vicente de Elviña del parque ofimático, a lo que sumó las "discrepancias en asuntos de calado", entre las que incluyó la gestión sobre la intermodal, los terrenos de A Maestranza y la relación con el Gobierno central.

Martínez calificó de "mala práctica cultural" que no haya un director profesional del Noroeste y dijo que la contratación realizada ya para el próximo festival "no es transparente" y que está "en el límite del contrato menor". "Tratemos de no romper la confianza", advirtió a Lage el concejal de Marea, quien también le espetó: "Lo que distingue a un gobierno de otro son las decisiones que toma y con quién las toma".

El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, no detalló qué contenidos del pacto logrado con el PSOE están pendientes de cumplimiento, pero puso de relieve que su grupo estará "enormemente vigilante y exigente" para el acuerdo se haga efectivo. También reclamó que el entendimiento alcanzado para la aprobación del presupuesto "tenga continuidad" y alertó de que para ello "hay que cumplir los compromisos". Tanto Martínez como Jorquera destacaron el elevado número de alegaciones presentadas a las cuentas, ya que el primero interpretó que las entidades que las formularon "no fueron escuchadas", mientras que el segundo dijo respaldar muchas de ellas a pesar de tener que votar en contra de las mismas por no ajustarse a los requisitos establecidos para su aprobación.

Ciudadanos a título individual y asociaciones vecinales sumaron 66 alegaciones, mientras que entidades deportivas presentaron seis. Colectivos sociales, culturales y educativos plantearon cuatro, al igual que los sindicatos. Otras reclamaciones fueron de los trabajadores del IMCE, las concesionarias del matadero municipal, Carnicosa, y de la perrera, Servigal, además de la Federación Unión de Comercio Coruñesa.

PSOE, Marea y BNG reprocharon al Partido Popular que presentase alegaciones tras no haber defendido enmiendas al presupuesto en su aprobación inicial, lo que la popular Rosa Gallego justificó con el argumento de que el Gobierno local se negó a negociar el proyecto con su grupo. La ayer portavoz del PP destacó que las alegaciones presentadas este año superan a la suma de las cuatro del mandato de su partido y justificó que tuvieran que votar contra ellas porque no se permitió el voto individualizado de cada una.

Para Gallego, "ningún presupuesto recibió tantas críticas", en alusión al récord de alegaciones, y explicó que las del PP, por un importe de 15,4 millones, defendían dedicar 2,6 millones a promoción económica, 5,3 a mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y 7,4 a obras en barrios, para lo que propuso recortes en propaganda, publicidad y fiestas. También calificó al presupuesto elaborado por el PSOE como el del "catastrazo, el impuestazo y el multazo", en referencia a la subida del IBI, los tributos municipales y la previsión de ingresos por multas.

La edil popular destacó además la ausencia de partidas para la Ciudad de las TIC, el plan de choque de limpieza, la nueva ciudad deportiva, la urbanización del ofimático y las viviendas sociales que forman parte del acuerdo para evitar el derribo del antiguo edificio Fenosa.

La portavoz de Ciudadanos, Mónica Martínez, votó en contra de las alegaciones pero criticó que no se compensara la subida del IBI y anunció que propondrá que este impuesto vuelva a cobrarse a final de año, al tiempo que tildó de "insuficiente" la partida para la perrera municipal.

Martínez recibió el agradecimiento del responsable de Hacienda y portavoz socialista, José Manuel Lage, por su aportación "constructiva", que extendió también al nacionalista Jorquera por ser capaz de entenderse con los socialistas "como si fueran miembros del mismo Gobierno".