Los coches ocupan buena parte del espacio público en la mayoría de calles de la ciudad, entre el espacio para el aparcamiento y la calzada. En Orillamar se vivió recientemente una situación que fue incluso más allá. Un autocar que pretendía girar bloqueó la vía durante bastantes minutos y los vehículos que venían por detrás decidieron circular por la acera para poder esquivarlo.