Kathleen McGingley es coruñesa de nacimiento, aunque sus raíces son australianas. Su padre, natural de Melbourne, abandonó la gran ciudad cuando era joven para viajar por Europa, y no barajó la opción de deshacer las maletas hasta que llegó a A Coruña. "Viajó por muchos lugares, pero decidió quedarse porque le encantó", cuenta McGingley. La coruñesa, que según dice heredó "el espíritu aventurero" de su progenitor, decidió seguir sus pasos a los 25 y poner rumbo a las antípodas "para reencontrarse con sus orígenes" en un viaje sin fecha de vuelta.

Dos décadas después, tras formar una familia en Australia y haber explorado cada rincón del inmenso país, Kathleen regresa a A Coruña para emprender una nueva aventura: la de abrir su propia tienda de decoración con muebles restaurados por ella misma. Se llama Wombat, se encuentra en el número 9 de la calle Enrique Dequidt y desde su apertura, hace tan solo una semana, los clientes no han parado de entrar por su gran puerta de cristal.

"Llama mucho la atención de la gente. Yo me dedico a coger muebles antiguos y a cambiarles la cara completamente, los vuelvo dinámicos, alegres. Todo tiene colores muy vivos y un toque muy moderno pese a ser vintage", explica McGingley, que afirma que cada vez que entra a su tienda se "reencuentra" con su vida en el lejano país: "En Australia la gente es muy positiva, alegre y atrevida. Les encanta las cosas con historia, pero a la vez les gusta lo moderno, vivo y colorido".

Con su regreso a A Coruña, McGingley cierra la puerta a una etapa plagada de experiencias: "Me recorrí Australia de norte a sur, conocí a mucha gente, viví mil experiencias, trabajé en un montón de sitios, abrí un negocio en 2008 y formé una familia". Pero la sensación de un emigrante que regresa a su hogar después de tanto tiempo es, tal y como describe Kathleen, "la de tener delante un lugar completamente nuevo". "Cuando yo me fui A Coruña era muy diferente. Cuando regresé vi que había cambiado muchísimo, y que ahora es mucho más internacional y cosmopolita, con restaurantes con todo tipo de comidas del mundo y una variedad inmensa de tiendas", explica.

La coruñesa tiene por delante una gran ciudad por redescubrir y un largo camino para consolidar el negocio de sus sueños en Galicia pero, según cuenta, su estancia en A Coruña no será definitiva. "Nos gustaría volver a Australia algún día. Allí tenemos familia y amigos, y queremos que nuestros hijos vuelvan a ver el lugar en el que nacieron y donde pasaron los primeros años de su vida", concluye.