Los 127.000 metros cuadrados que ocupará la Ciudad de las TIC que impulsa la Universidade da Coruña (UDC) en los terrenos de la antigua fábrica de armas de A Coruña ofrecen en algunas áreas la postal de un desolador escenario industrial: maquinaria oxidada, muebles y cristales rotos, estancias abandonadas, maleza descontrolada. Los caminos internos tienen el pavimento muy desigual y la vegetación asalta el asfalto por casi todas partes. Algunas naves tienen el aspecto de llevar muchos años vacías y sin uso, más de los cinco en que Hércules de Armamento ha estado ocupándolas sin apenas actividad tras una polémica concesión.
Se advierte una triste sensación de abandono en algunas de esas naves que en los próximos años utilizarán la Universidad y empresas tecnológicas en la Ciudad de las TICCiudad de las TIC, no así en otras con equipamiento, moldes y piezas en buen estado; como tampoco en el edificio principal, con una biblioteca que ahora tiene las estanterías sin libros y en cuyo techo una cristalera muestra un cañón y un fusil. Tejados, muros, cierres y ventanas piden reparación. Una reurbanización le vendría bien a un gran espacio industrial que parece confinado en el silencio y en el que no es difícil imaginar una nueva etapa de dinamismo y emprendimiento.
El rector, Julio Abalde, mostró ayer las instalaciones de la fábrica de armas donde cobrará vida la Ciudad de las TIC a la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, y gran parte de los concejales de su equipo de Gobierno. Distintos cargos académicos recorrieron el lugar, que desde ayer, tras la marcha de los militares de la Brilat, ya custodia la UDC.
