Familias que asistieron a una fiesta de Carnaval organizada por una sala de fiestas y espectáculos coruñesa expresaron su descontento por una de las medidas con las que se encontraron nada más acceder al recinto. Si querían dejar los carritos de los niños pequeños en la entrada, lejos de la zona central de la sala, tenían que pagar un euro, precio adicional al abonado por la fiesta y del que no tenían conocimiento.