La elaboración del mapa del miedo de la ciudad avanza y se ha marcado nuevos objetivos. Nació como una idea para que las estudiantes de los centros escolares e institutos señalasen los lugares que les generan inseguridad en su vida diaria y en los que les gustaría que hubiese más luz o más agentes de la Policía Local a determinadas horas. La Concejalía de Concejala de Bienestar Social, Participación e Igualdad quiere introducir ahora también la opinión de las mujeres mayores, ya que sus rutinas son diferentes pero su miedo es equiparable y, para ello, solicitarán, al menos, la colaboración de las usuarias de los centros cívicos.

"Queremos que haya participación de niñas en los institutos, pero también de mujeres mayores, a través de los centros cívicos. Se trata de que la percepción de seguridad no sea solo de las jóvenes sino también de las mayores", explicó a este diario la concejala de Participación, Yoya Neira, que indica que su objetivo, primero, es señalar estos lugares y, después, ver cómo pueden solucionar esta situación.

En algunos casos, será suficiente con pequeñas intervenciones urbanísticas, con aumentar la iluminación o con hacer el espacio más habitable, en otras, será necesario avisar a los agentes del 092 para que pongan especial atención en las calles o plazas en las que las mujeres se sienten más inseguras. La elaboración del mapa está todavía en la cocina, en esta fase previa de ver cómo se va a hacer y cómo será más eficiente la colaboración ciudadana, para poder pasar después los cuestionarios a las jóvenes y a las mayores y que, cada una de las participantes identifique cuáles son esos sitios por los que evitan pasar a ciertas horas del día o de la noche y por qué. La intención de la Concejalía de Participación es ponerlo en marcha durante este año para poder intervenir cuanto antes en estos espacios inseguros.