Abdou podrá viajar a Senegal a despedirse de su madre. Lo hará gracias a la colaboración de la clientela de un bar en el que lo conocen bien, el Chaflán. Su dueña, Anusca, amiga personal de Abdou casi desde que el senegalés empezara a trabajar en A Coruña, donde lleva media vida; supo del fallecimiento de la madre de su amigo, no lo dudó y llamó a la empatía de amigos y allegados para comprar, entre todos, el billete que permitiría el último adiós. Abdou viajaba una vez al año a Senegal, donde lo esperaba siempre su madre, de más de 100 años, consciente de que cada una de las visitas podía ser la última.

Aunque en sus planes estaba viajar en primavera, el fallecimiento de su progenitora le obligó a hacer las maletas antes de tiempo, una causa común para la que aunaron fuerzas y recursos los dueños del Chaflán y sus asiduos y no tan asiduos, que se contagiaron igualmente de la ola de cooperación, que superó con mucho todas las expectativas iniciales. Pese a que, finalmente, Abdou viajará a Senegal en los próximos días, los propietarios del establecimiento han decidido continuar con la recaudación con el fin de dar un respiro económico a su amigo, vendedor ambulante, mientras se encuentra fuera, de forma que pueda disponer a su vuelta de un pequeño fondo que compense los días sin trabajar. Aunque este viaje será con vuelta, en los planes de Abdou está, en algún momento, retornar definitivamente a Senegal para descansar, determinación que tomará cuando sus hijos, residentes en el país africano, terminen sus estudios, que Abdou costea con su trabajo en A Coruña.