El coruñés Santiago Caamaño es el hombre detrás de Ludópata Rehabilitado, la cuenta de Twitter con la que lleva su activismo más allá de las aulas de los institutos. Sabe muy bien de lo que habla: hace tres años rompió con una adicción que arrastraba desde los 14 ños, momento en el que tomó conciencia de la magnitud de un problema que tiene como diana un público cada vez más joven.

¿Cómo ha caído en el ámbito del activismo el anuncio de las regulaciones del juego por parte del ministro Alberto Garzón?

A mí me parecen muy flojas. Se prometió mucho más de lo que se hizo, creo que el ministro se bajó un poco los pantalones. Creo que se le está dando más caña de la que merece, pero menos de la que la lucha requiere. Por el hecho de que sé que es un ministro con unas ideas en contra de la problemática del juego, yo, como activista o como ludópata, le voy a exigir más que a cualquier otra persona.

¿Qué piensa que es prioritario que se regule?

Me parece clave el tema de la publicidad. Debería estar prohibida al 100%, nada de una franja horaria estricta, ni partidos de máxima audiencia, que para mí es la mayor cagada de la regulación. Lo prioritario son los bonos de bienvenida y la publicidad, es lo que hace más daño a los jóvenes.

Estos días denuncia en sus redes cómo las casas de apuestas empiezan a buscar resquicios para burlar las regulaciones.

Sí, desde que se dijo que se iba a limitar la publicidad, lo que hacen es actuar directamente sobre los teléfonos móviles mediante SMS o llamadas. Cada vez más seguidores me avisan de que las empresas ofrecen bonos de bienvenida por SMS. Lo que están haciendo es reírse de la legislación que le pusieron.

¿Hay que apartar las apuestas del mundo deportivo, al que están íntimamente unidas y desde el que se alienta su uso?

Sí, ahora mismo lo que quieren hacer las casas de apuestas es hacer ver que tienen que ver con el deporte. El deporte es todo lo contrario a las apuestas, el deporte es salud, convivencia, respeto; y las casas de apuestas son todo lo contrario. Es un paso importante a dar desde dentro de los clubs deportivos, que dejen de mirar lo económico y empiecen a mirar por la salud del aficionado.

¿Puede entenderse a día de hoy el fútbol moderno sin la infraestructura de las casas de apuestas?

Yo creo que tendría que estar prohibido que un equipo de fútbol al que siguen millones de chavales menores de edad. Deberían regularlo hasta el punto de prohibirlo; son empresas que ponen mucho dinero, pero hasta que aparecieron las casas de apuestas nunca hubo problema de patrocinadores, si no están esas empresas, aparecerán otras, en A Coruña sobran.

¿Qué responde al argumento de que "nadie obliga a nadie a jugar"?

¿Entonces, por qué existe la publicidad si solo juega quien quiere? Se gastan millones de euros porque funciona, haces que la gente juegue, la incitas. Por eso se hace una publicidad destinada al público joven, porque saben que es a quien pueden captar. La publicidad sobre el público joven crea a los ludópatas del futuro, que son los que gastan dinero. Esas empresas son la élite, luchamos contra los mejores psicólogos y empresarios. Son muy buenos a la hora de defenderse, tendremos que darle por todos lados, son gente muy buena que no tiene escrúpulos.

Desde que se abrió la cuenta de Twitter, la gente le ve como un referente. ¿Recibe muchas peticiones de ayuda de gente joven?

Muchísimas, y de menores. También de familiares de menores que no quieren asumir que tienen un problema. Al fin y al cabo te desesperas, no solo te destrozas a ti, sino a todo lo que te rodea. Cada vez son más jóvenes, hay chavales de 17 años que juegan de forma presencial y no se regula. En la operación Arcade se hicieron 1.887 redadas en toda España y encontraron un total de18 menores. A partir de las once de la noche, normal que no encontraran menores. El otro día en Málaga encontraron once en una sola sala de juegos. Nos quieren hacer tontos.

¿En qué beneficia ilustrar desde su propia experiencia?

Los aconsejo en primera persona. Un psicólogo te ayuda mucho más, pero está bien como primer paso contar con alguien que haya pasado por ahí para que te oriente un poco. Yo hace una semana y pico tuve una recaída después de cuatro años sin jugar. Lo conté y eso me ayuda a mí, y ayuda a la gente a ver la dimensión del problema. Si yo, que una persona que lleva tres años sin jugar, luchando contra eso y hablando de eso todos los días, puede recaer, entonces es que el problema es más grave de lo que parece.