La alcaldesa, Inés Rey, defendió ayer la solución que ha encontrado la Concejalía de Urbanismo para reducir más la superficie edificada en el parque del Agra y que baje la altura de algunos edificios. Los vecinos piden que se vete toda la construcción de pisos. Consideran que es una cuestión de "voluntad política". El Gobierno local sostiene que es inviable por los derechos de los propietarios, que generarían indemnizaciones de más de 15 millones de euros.

"Además de reducir la zona en la que se puede edificar se rebaja la edificabilidad. Yo entiendo las demandas de los vecinos pero la realidad es la que es, entre no tener nada y tener un parque con una superficie edificada muchísimo menor de lo que se preveía en un principio creo que es una buena noticia para el barrio", respondió ayer la regidora. Insiste en que, aunque comprende las reivindicaciones del barrio, es "imposible" evitar la construcción de edificios.

La nueva propuesta, realizada por el nuevo Gobierno local, irá a Pleno mañana para su aprobación inicial. Mantiene la exclusión del entorno del Camiño do Pinar que propuso Marea y, como novedad, logra suprimir la cantidad de metros construidos, incluido un bloque entero de cinco pisos. En su lugar, se apuesta por un vial entre Canceliña y el Observatorio. Esto es posible a través de un cambio urbanístico que supone, según confirman fuentes municipales, que Aemet seguirá en su sede histórica, cuya cesión había sido planteada al Estado. La zona verde es 57 metros cuadrados mayor que la propuesta de 2019.

El PSOE, en minoría en el pleno, necesita del sí de otros grupos. En la comisión informativa del lunes, todos se abstuvieron. Marea aún no desvela su voto. Tras la comisión, señaló que la documentación estaba en estudio, reconociendo que la propuesta del nuevo Ejecutivo local sigue la línea que habían diseñado ellos en aspectos como la protección de las canalizaciones históricas.

En el caso del BNG, la edil Avia Veira reconoció ayer que encuentran "mejoras en la modificación que propone el PSOE". Los nacionalistas aplauden que se elimine el bloque que está "en la parte baje del parque, que es la más óptima para su uso y disfrute". Una de las posibilidades que plantea, aunque reconoce que no le gusta, es la de "compensar a los propietarios para que no se edifique ahí".

Los que no están de acuerdo con la propuesta municipal son los vecinos del barrio del Agra do Orzán, que se concentrarán mañana frente al Concello antes del pleno. "Hay que fijarse mucho para percibir la reducción de edificabilidad", critica la presidenta de la asociación vecinal, María Gutiérrez. La asociación defiende que "no hay necesidad de crear más viviendas en el barrio, ya que hay una bolsa enorme de pisos vacíos". Señalan que el edil de Urbanismo les remitió ayer la documentación del plan que irá a pleno.