La Policía Nacional realizó a primera hora de la mañana de ayer seis registros en A Coruña en el marco de la operación Luna, encaminada a perseguir el tráfico de drogas. En las intervenciones en la ciudad, que se realizaron en Monelos y Meicende, se detuvo a una docena de personas. El cuerpo practicó también simultáneamente un registro en Ferrol y otro en la parroquia sadense de Osedo, con dos detenidos en cada uno de los casos. En la operación, según confirmó ayer la delegación del Gobierno, se incautaron "algunas armas" y una "pequeña cantidad de cocaína". Según fuentes policiales, todos los detenidos pertenecen a la misma familia.

El epicentro de la operación tuvo lugar en una manzana de Monelos cercana a Santa María de Oza, en la que los agentes entraron en viviendas pertenecientes a dos portales que dan respectivamente a las calles Camino de la Iglesia y Vicente Aleixandre. Allí incautaron 5.000 euros en efectivo y 50 gramos de cocaína. Sin embargo, según fuentes policiales, es probable que los detenidos tuviesen tiempo de tirar o destruir parte de la droga.

En el bloque de Monelos se detuvo, entre otras personas, a una mujer que los agentes consideran como la "matriarca" del clan. También hubo una intervención en la propia avenida de Monelos y en Meicende, en el límite de A Coruña y Arteixo. En esta última se detuvo al "patriarca" del clan, señalan fuentes policiales. Los detenidos en A Coruña fueron trasladados a la comisaría de Lonzas, en cuyas proximidades se concentraron algunos familiares.

En el portal que da a la calle Camino de la Iglesia, donde la policía intervino en uno de los pisos, una de las vecinas se quejaba ayer, después de la operación, de que los agentes hubiesen destrozado la puerta de acceso al edificio. "No dijeron que la fuesen a pagar", señalaba, pero añadía, como varios vecinos que se encontraban en la calle o se asomaban a las ventanas para responder a los periodistas, que no sabía nada de trapicheos. El piso en el que se realizó el registro permanecía vacío ayer por la mañana. La puerta, con un cerrojo de seguridad, mostraba marcas de haber sido arrancada de los goznes con un ariete.

Otra de las vecinas del portal afirmaba que en el piso no se vendía droga, y que no había "ni ruido, ni golpes, ni nada", aunque señalaba que la familia que vivía en el piso intervenido era pariente de las que habitan en la parte alta de la manzana, que da a la calle Vicente Aleixandre.

Los vecinos de esta parte del bloque se negaron a hablar con la prensa, si bien uno gritaba que habían detenido a toda su familia, y no permitían que se sacasen fotos de la fachada. El patio de la manzana, donde hay un pequeño taller, permanecía acordonado.

Dejando aparte el narcotráfico, según señala el presidente de la asociación de vecinos O Castrillón-Urbanización Soto IAR, Ramiro Otero, en el entorno no había otros problemas graves de convivencia. Sebastián Álvarez, un vecino que vive cerca del bloque desde hace "veinte años" señalaba ayer que "no tuve ningún problema" y que "no hay robos", aunque sí alguna pelea de manera "esporádica". Los vecinos tenían entre ellos un "trato cordial", explicaba ayer.

En cuanto a Meicende, el presidente de la asociación de vecinos San Xosé Obreiro, Orlando Bello, señalaba ayer que en el barrio se vende droga "continuamente", si bien "hubo años mucho peores que ahora", cuando vivir en la zona era "un martirio".

El epicentro del narcotráfico en el entorno de Meicende, señala Orlando Bello, se encuentra en las casas de San Xosé, todavía en A Coruña, si bien existe trapicheo en otras casas del lugar. Bello añade que en la zona no hay problemas de convivencia añadidos al tráfico de drogas, como robos, peleas o suciedad.