La Policía Nacional atribuye a los detenidos el pasado miércoles en las redadas de la operación Luna, durante la que se realizaron registros en Monelos, Meicende, Sada y Ferrol, los delitos de tráfico de drogas y asociación ilícita, según fuentes próximas a la investigación. En el caso de uno de ellos, también se le imputa un delito de blanqueo de capitales.

En la operación resultaron detenidas doce personas en A Coruña, dos en Sada y dos en Ferrol, en ocho registros domiciliarios simultáneos. Entre los capturados en A Coruña se encontraba al menos un menor de edad, que fue puesto en libertad el miércoles. El resto permaneció ayer en comisaría, y fuentes policiales señalan que se prevé que hoy pasen a disposición judicial.

Los detenidos tienen vínculos familiares, si bien una fuente próxima señala que dos de ellos son solo allegados de la familia. La operación fue gestionada por el Grupo de Tráfico Medio de Estupefacientes, que investiga a organizaciones de tráfico de drogas de mediano tamaño. Partía de vigilancias previas y testigos que señalaban que se realizaba trapicheo en un edificio en el que se realizaron varias intervenciones, un bloque cercano a la iglesia de Santa María de Oza, en Monelos.

Fuentes cercanas a la investigación señalan que en uno de los pisos registrados se hallaron 50 gramos de cocaína, y una cantidad en efectivo de entre 5.000 y 9.000 euros. En otro registro se intervino cierta cantidad de hachís y 3.000 euros, si bien fuentes policiales afirman que los detenidos pudieron destruir parte de los estupefacientes que poseían antes de que los agentes pudiesen incautarlos se hiciese con ellos. En los registros de Monelos también se incautó una pistola con munición, y fuentes policiales señalan que se hallaron otras armas.

La intervención en Monelos suscitó la aprobación de la asociación de vecinos O Castrillón-Urbanización Soto IAR, que había denunciado que en la zona se traficaba. Su presidente, Ramiro Otero, espera que sirva para la "erradicación" de esta práctica, y señala que el punto está cerca del instituto de Monelos y el parque de Oza, donde aparecen jeringuillas. Delante del bloque se dejaron flores en memoria de un muerto por la droga en 2018, cuyos familiares afirman que la compró ahí.

La abogada de varios de los detenidos, Esther Muñoz, desligaba ayer a sus representados de estos hechos, y señalaba que las jeringuillas pueden provenir de otros puntos de venta que existen en la zona. Los detenidos, afirma, "tienen una tensión horrible", con la "incertidumbre" de la intervención judicial. También afirma que los agentes rompieron todas las puertas de los domicilios.