La publicación ayer en el Boletín Oficial de la Provincia del proyecto básico de la estación de autobuses de la intermodal coruñesa abrió un periodo de veinte días para su exposición, durante el que podrán presentarse alegaciones al diseño propuesto. Este trámite permite conocer de forma detallada las características de una infraestructura de movilidad básica para la ciudad que se exponen a continuación.

Presupuesto y plazos. La Consellería de Infraestruturas prevé licitar esta obra por 27.378.850 euros y con un plazo de ejecución de 18 meses. Los trabajos de construcción de la terminal de autobuses tienen una duración estimada de 18 meses y se desarrollarán al mismo tiempo que los de los accesos, por lo que ambas iniciativas deberán estar coordinadas de forma eficaz, según se advierte en el proyecto de la estación.

Accesos. Una glorieta de nueva creación que se construirá en la avenida de A Sardiñeira servirá de punto de entrada y salida de los autobuses y de los vehículos privados que se dirijan al aparcamiento subterráneo. Los peatones podrán acceder también por esta avenida, así como por la de O Ferrocarril, que enlazará con la terminal a través de una pasarela que sobrevolará las vías del tren, lo que hará posible llegar a la zona donde estarán las paradas de los buses urbanos y de los taxis. El proyecto modifica ligeramente el plan de accesos diseñado por el Concello, ya que añade un carril más a la rotonda con el fin de diferenciar el tráfico de entrada y de salida de la terminal.

Aparcamiento. El complejo dispondrá de un estacionamiento con al menos 325 plazas para vehículos privados, 12 de ellas para personas con movilidad reducida, que será gestionado por el Concello y estará al nivel de la estación del tren. Al mismo se podrá acceder desde las avenidas de A Sardiñeira y de O Ferrocarril. Desde la última se llegará mediante un túnel que pasará bajo la terminal ferroviaria y que también dará servicio al edificio de Correos existente en el lugar. Los peatones podrán entrar y salir desde el edificio de viajeros mediante escaleras mecánicas y ascensores, con los que también podrán llegar a la estación del tren.

Terminal. El edificio para los viajeros contará con dos plantas, la primera de las cuales albergará las taquillas, facturación, zona de espera y una cafetería, además de una área administrativa que estará ubicada en una entreplanta, mientras que en la segunda, situada en un nivel inferior, estará el aparcamiento. Desde el nivel superior una amplia cristalera permitirá tener una visión completa de las instalaciones de la estación del ferrocarril. El inmueble dispondrá de una cubierta de seis metros de altura para igualarse con la de la estación del tren y, al mismo tiempo, permitir la entrada de los autobuses. La cubierta será soportada por pórticos situados con una distancia de ocho metros y estará dotada de lucernarios para iluminar tanto la zona de viajeros como las dársenas. Aunque la cubierta de la terminal ferroviaria llega hasta el límite de sus instalaciones, la de la terminal de autobuses estará separada de la del tren por una distancia de diez metros y de la avenida de A Sardiñeira por otros siete metros.

Dársenas. Los viajeros accederán a los puntos donde estacionarán los autobuses desde el mismo edificio de la terminal, ya que estarán situados al mismo nivel. Habrá un mínimo de dieciocho dársenas, distribuidas en torno a una plataforma central desde la que los peatones llegarán a los autobuses. Estos vehículos podrán estacionar nada más entrar en la terminal en las primeras dársenas con que se encontrarán o hacerlo en la zona contraria, para lo que deberán circular por un paso inferior bajo el edificio de viajeros para evitar interferir en el tránsito de los peatones. Una vez en ese punto, los buses podrán dirigirse a la salida de la terminal o hacia la zona de estacionamiento para este tipo de vehículos, que dispondrá de capacidad para 18 autobuses y estará situada al nivel del aparcamiento para vehículos privados. Cada dársena tendrá una anchura de 5,3 metros y una longitud de 15,1 para adaptarse al tamaño máximo autorizado para los buses de los servicios metropolitanos e interurbanos.

Urbanización. Aunque la urbanización de la avenida de A Sardiñeira será ejecutada por el Concello, el proyecto de la intermodal prevé acometer obras de este tipo entre esa vía y el edificio de la terminal, así como en la zona donde se iniciará la pasarela peatonal que enlazará con la avenida de O Ferrocarril.

Segunda pasarela. El proyecto original de la estación intermodal elaborado por César Portela incluía una pasarela para vehículos que evitará bordear la plaza de San Cristóbal para desplazarse entre las avenidas de A Sardiñeira y O Ferrocarril. Ese vial, que también permitiría el paso de peatones y ciclistas, quedó suprimido al modificarse el diseño de la terminal, pero ahora el Concello pretende recuperarlo y propone que Adif, el titular de la estación ferroviaria, lo construya, para lo que defiende su inclusión en el convenio que deben firmar estos dos organismos y la Xunta para desarrollar el proyecto de la intermodal. De acuerdo con los planes municipales, Adif se comprometería a licitar el diseño de esa pasarela en la segunda mitad de este año.