Todos los inviernos, algunos de los barcos que transitan por la costa gallega aprovechan días de mala mar, cuando es más difícil que se los detecte, para vaciar tanques y sentinas en alta mar, según explica Atocha Ramos, miembro del grupo naturalista Hábitat. Pero aunque pasen desapercibidos para los helicópteros de vigilancia, se pueden ver sus efectos cuando a las playas llegan aves marinas muertas o agonizantes, con el plumaje manchado por el aceite y fuel de estos vertidos. Para detectar estos "sentinazos" y otros atentados contra el medio ambiente marino, la asociación ecologista coruñesa ha puesto en marcha una red de inspecciones del litoral de A Coruña.

Los primeros resultados de esta iniciativa, denominada Inspección de Praias da Coruña, han encontrado evidencias de varios vertidos, y registrado sus efectos devastadores sobre la fauna avícola. Entre el 28 de febrero y el 3 de marzo, la red de colaboradores del grupo ha encontrado un total de 80 aves marinas varadas en playas de la provincia de A Coruña, de las que 72 presentaban manchas de fuel o de aceite en su plumaje, y 66 habían llegado muertas a la costa. En las costas de Pontevedra se encontraron 26 aves, todas ellas muertas y manchadas con estos residuos. En total, las aves con restos son 98.

De las coruñesas, cuatro se encontraron en las playas del Orzán y de Riazor. En tres de los casos se trataba de cadáveres, si bien ninguna de las aves estaba manchada. En la playa de Combouzas, en Arteixo, Protección Civil halló un arao manchado. Atocha señala que este es el resultado de la actividad de voluntarios en unos pocos días: "cuanto más se hable del tema, más gente saldrá a la playa y aparecerán más". Este fin de semana, espera, se incrementarán los números.

Según la activista, doctoranda de Química en la Universidade da Coruña junto con el doctorando de Biología Cosme Damián Romay, algunas de las aves varan de manera natural. Hay especies que pasan todo el invierno en el mar, pero cuando hay mala mar o un tren de borrascas, no pueden obtener alimento y mueren de hambre. Pero los cuerpos hallados por Inspección de Praias da Coruña muestran pruebas de una "contaminación crónica".

La iniciativa se prolongará durante este año y busca continuar "con el espíritu y objetivos" del ya finalizado proyecto europeo Future of the Atlantic Marine Environment, aplicándolo en este caso al litoral coruñés. Además de evaluar la salud del medio marino local, buscando aves varadas, restos de hidrocarburos, plásticos y redes, pretender dar una respuesta a los "sentinazos" y vertidos en el mar, y valorar el uso de los arenales por parte de pájaros marinos y limícolas.

También evaluarán el impacto del uso humano de las playas, controlando cuestiones como los vertidos de residuos desde tierra, la extracción de arena, la colonización por parte de especies exóticas invasoras o la presencia de mascotas. Los interesados en colaborar pueden dirigirse al correo ipc@gnhabitat.org.