Solo en dos días del año pasado, el 21 y el 22 de diciembre, los bomberos coruñeses efectuaron 212 intervenciones, ya que los fuertes vientos de la borrasca Fabien causaron numerosas incidencias a lo largo de ambas jornadas. El director de Seguridad del Concello, Carlos García Touriñán, detalló ayer que los operarios municipales prestaron servicio de forma ininterrumpida durante muchas horas, sin descansar para comer, debido a los problemas causados por el vendaval.

Ese fenómeno atmosférico, junto con la retirada de nidos de velutinas y la colocación de trampas para evitarlos, además de la revisión de los hidrantes situados en las calles y que los bomberos utilizan en caso de incendio, son la explicación de que en 2019 se alcanzaran las 1.921 actuaciones, 272 más que el año anterior. El impacto de Fabien en las estadísticas de los bomberos puede apreciarse al observar que las caídas de objetos a la vía pública a causa del viento aumentaron en 21 sobre el año anterior, mientras que las de cornisas fueron 126 más.

La cifra de intervenciones es la más alta de los últimos diez años, según destacó ayer la alcaldesa, Inés Rey, en la presentación de la memoria de actividad del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento del año pasado, entre cuyas intervenciones destacó el rescate del conductor de un camión volcado en O Birloque el 31 de enero, el fallecimiento de un anciano en un incendio en la ronda de Outeiro el 6 de febrero, la recogida de un víbora en A Zapateira en abril, el rescate de dos personas en un tejado en la calle San Andrés el 25 de mayo, además del de un perro en punta Herminia el 6 de septiembre.

Según los datos proporcionados por el Concello, al 84,7% de las actuaciones se llega en menos de diez minutos desde que se efectúa la llamada de alerta, mientras al 20,28% se hace en menos de cinco minutos. En cuanto al tiempo que se tarda en solventar el problema para el que fueron requeridos los bomberos, 456 intervenciones fueron solucionadas en menos de treinta minutos.

La alcaldesa destacó que el año pasado se consiguió superar el centenar de miembros del servicio al alcanzarse las 103 personas en la plantilla y que su media de edad es de 46 años. García Touriñán se refirió por su parte a la adquisición de un nuevo vehículo con escalera como una de las principales novedades del año pasado, ya que permite intervenir en las calles estrechas de los barrios de la Pescadería y Ciudad Vieja.

También mencionó la incorporación de nuevos equipos de respiración autónoma que harán posible actuar de un modo más eficaz en los incendios, así como de cámaras térmicas de alta resolución que ya fueron empleadas en el incendio ocurrido el mes pasado en una vivienda de la avenida de Hércules, en el que se rescató a cuatro personas. Otro de los equipamientos adquiridos fue un puesto de mando para dirigir las labores de prevención y rescate en las playas de Riazor y el Orzán que se instala en la Coraza y que, según el director de Seguridad, facilita de un modo notable la coordinación de las tareas de los medios desplazados a la zona.

Los bomberos presentaron ayer además una nueva embarcación neumática que incorporaron a su servicio de rescate acuático, para el que ya disponían de una lancha y de motos de agua. Con ese nuevo medio, que junto con otros se expusieron en la plaza de María Pita, se podrán realizar rescates en la costa en zonas a las que ahora no era posible acceder, según explicó Touriñán, para quien el cuerpo de bomberos es "uno de los mejores de Galicia" y, además es "envidiado en el resto de España".

Incendios forestales

El Gobierno local informó al grupo municipal de Marea Atlántica que el año pasado la mayor parte de los propietarios de fincas rústicas cumplieron la orden de limpiarlas para evitar incendios forestales, ya solo en el 13% de los casos fue necesario abrir expedientes de ejecución forzosa, en los que el 96% los propietarios actuaron antes de que fuera necesario intervenir. De las 1.151 parcelas contabilizadas, 808 fueron desbrozadas de forma voluntaria, y en las 343 a las que se dio un plazo de diez días para hacerlo, el 87% se limpiaron en ese periodo.

San Pedro de Visma es la zona en la que la vigilancia se considera prioritaria, para lo que se cuenta con la ayuda de la empresa pública Seaga, con la que se promoverá que la asociación de vecinos de ese lugar suscriba un convenio de colaboración para el desbroce de fincas, para la que se fija la fecha límite del 31 de mayo.