La modificación urbanística en el parque del Agra diseñada por el PSOE y tumbada en el pleno con el rechazo de Marea Atlántica y el BNG ha abierto una brecha entre el Ejecutivo local y Marea, de quien el edil de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, no esperaba la oposición a un cambio basado en una propuesta del gobierno anterior. La alcaldesa, Inés Rey, lamentó los votos contrarios del pleno a un plan que rebaja la edificabilidad en el ámbito para evitar las indemnizaciones que supondría eliminarla por completo, como demandan los vecinos del Agra, y anunció que su Ejecutivo iniciará conversaciones con todos los grupos de la Corporación para consensuar una solución.

Dijo en el pleno que, con el rechazo a su propuesta, cambiar el plan general en el parque del Agra se atasca. Entonces, ¿qué hay que hacer ahora?

Los técnicos hicieron muchos análisis de cuál era la mejor fórmula para reducir al máximo la edificabilidad, crear el mayor espacio público posible, garantizar la protección del patrimonio cultural y garantizar la ejecución de sentencia, que es fundamental. Si el pleno rechaza esta propuesta, no voy a decir que haya que empezar de cero, pero sí volver a estudiar todas las alternativas que se analizaron y las que aparezcan. Veo muy difícil que cualquier alternativa que no pase por edificación cero vaya a salir adelante.

Pues construcción cero es lo que exigen los vecinos del Agra. ¿Eso es posible?

Eso sería posible en una utopía irrealizable, o pagando una indemnización importante. Hay informes de tasación que nos indican cuánto costaría garantizar la edificación cero: entre 14 y 15 millones en primera instancia. Si los planteamientos son que escuchemos a los vecinos que demandan legítimamente que haya edificación cero (que igual no son todos los vecinos del ámbito) va a ser prácticamente imposible aprobar el desarrollo del parque del Agra.

¿Y esto se lo ha explicado tal cual a los vecinos?

El 14 de febrero me senté con los representantes de los vecinos. Les expliqué toda la situación, todos los informes ambientales, todo lo hecho por este gobierno y el anterior y cuál era el límite máximo al que podíamos llegar en términos de edificabilidad. Ellos entendieron la evolución, pero si hay una posición maximalista de edificación cero, no habrá un punto de encuentro. Si los grupos que no han votado a favor pretenden que atendamos solo a la demanda vecinal, no podemos desencallar este desarrollo y el Agra va a seguir con una valla, maleza y sin uso vecinal.

Este panorama es pesimista.

Yo no pretendo amenazar nada ni a nadie con esto, pero todo esto va a tener que volver a pensarse.

¿Se ha hablado con los propietarios de suelo en la zona?

No. Teníamos que excluir el ámbito de las Adoratrices y se hizo, y en el resto no nos parecía razonable empezar a hablar de hasta donde podíamos llegar en edificabilidad. Si con los vecinos hablamos de edificación cero y con los titulares hablamos de edificabilidad, no conseguimos montar el polígono para sacarlo adelante.

Fue muy crítico con Marea Atlántica en el pleno. ¿Entiende su postura?

El rechazo del BNG no me extrañaba porque es coherente con sus posiciones, y la coherencia me parece un principio importante, aunque hubiéramos querido que el Bloque se mostrase flexible. No entiendo el rechazo de Marea Atlántica porque tomamos su proyecto como base, lo ajustamos a la baja en edificabilidad y respetaba la hoja de ruta. Quizá es que estamos en contexto preelectoral, o es que el tirón de los vecinos cuando protestan hace que uno cambie la opinión que tenía cuando gobernaba al estar ahora en la oposición... Es un poco frustrante para el Gobierno municipal, que en este asunto ha hecho un ejercicio de responsabilidad diseñando un polígono que podía quedar en las mejores condiciones.