Marina, Uxía, Noemí y Allen explicaban ayer que acudieron a la manifestación para defender los derechos de los cuatro; los de ellas y los de él, para el que la lucha es necesaria "doblemente", como miembro del colectivo trans. La manifestación, señalaba el grupo, les transmitía dos sentimientos. Por una parte, "alegría, pero es solo un día al año, y tendrían que ser 365". Por otra, también "tristeza: aquí estamos en lucha por unos derechos que ya deberían venir dados". Derechos que se reivindican el 8-M, y que muchos olvidan la mayor parte del año.