Los miembros del colectivo Corrente Vermella se unieron ayer a la marcha del 8 de marzo en un día "de lucha internacional, en el que hay que salir a la calle". El grupo, en el que se encontraban Xulia, Bea, Paz, Noemí y Roberto, defendía que "sobran motivos para salir a la lucha", entre ellos combatir las reformas laborales que, en su opinión, limitan los derechos de los trabajadores y castigan en particular a las asalariadas. Desde su agrupación, afirmaban alzando su pancarta, se movilizan para "seguir defendiendo derechos".