Después de dos años de manifestaciones multitudinarias, en la realizada ayer en A Coruña se redujo de forma sustancial la participación con respecto a las anteriores, aunque aun así la asistencia fue muy notable, ya que fueron 13.000 las personas que recorrieron el centro de la ciudad para celebrar el Día Internacional de la Mujer. El objetivo era, una vez más, exponer las reivindicaciones del movimiento feminista, centradas este año en el papel casi exclusivo de las mujeres en la prestación de cuidados a la familia bajo el lema Sin cuidados no hay vida.

A pesar de la fuerte caída de la participación sobre las marchas de los dos años precedentes, con 33.000 y 40.000 asistentes, la última de ellas durante un día de huelga de las mujeres, la manifestación de ayer fue la protagonista de la mañana en A Coruña, ya que congregó a miles de personas que ocuparon todos los carriles del sentido de salida de la ciudad entre el Obelisco y la plaza de Ourense en su trayectoria hacia la plaza de la Fábrica de Tabacos, donde concluyó.

Aunque los representantes políticos y sindicales estonpresentes, fueron las ciudadanas anónimas quienes con sus gritos, cánticos y bailes se convirtieron en el centro de la protesta. Especialmente visible fue la participación de mujeres jóvenes, muchas de ellas con pancartas propias y que se sumaron a esta iniciativa combinando la exigencia de derechos con el ambiente festivo, ya que las integrantes de la asociación de mujeres Xirxilar no dudaron en animar el recorrido con sus panderetas.

"Deixa pasar, son feminista e o mundo vou mudar" o "Feminismo para adiante, machismo para atrás" fueron algunos de los lemas que se corearon por las calles del centro, mientras las pancartas exhibidas aludían a cuestiones siempre presentes en la lucha feminista como la igualdad, el patriarcado o la prostitución.

La alcaldesa, Inés Rey, fue una de las participantes en la movilización, la primera de un 8 de marzo desde su llegada al cargo. "Es un orgullo estar aquí como la primera mujer elegida alcaldesa democráticamente", explicó, al tiempo que añadía que ya había acudido a las manifestaciones de los años anteriores y que incluso participó en la huelga femenina de 2019. "Es un momento de reivindicación y de sororidad, de estar todas juntas y gritar por nuestros derechos, pero sobre todo de saber que todos los días tienen que seguir siendo 8 de marzo", advirtió Rey, para quien "la lucha tiene que ser diaria".

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Unas 13.000 personas en la manifestación del 8-M en A Coruña

La alcaldesa señaló que la igualdad "tiene que ser transversal a toda la acción del Gobierno local y para ello la Concejalía de Igualdad trabaja permanentemente en colaboración con todas las áreas municipales para que la igualdad sea efectiva, real y afecte a todos los ámbitos sociales".

La manifestación, en la que el color morado predominó por encima de todos los demás, concluyó con la lectura de un manifiesto en la plaza de la Fábrica de Tabacos, lugar elegido para poner fin a las reivindicaciones feministas en A Coruña por haber sido esa empresa la primera que dio empleo a mujeres, aunque por el hecho de que se las pagaba menos que a los hombres, según se puso de relieve.

El comunicado comenzó con un recuerdo a la manifestación realizada el pasado día 1 en Verín contra la precarización sanitaria a raíz del cierre del paritorio de su hospital e hizo un llamamiento a la "visibilización de los cuidados" prestados por las mujeres, de los que se destacó que "los horarios no importan", al tiempo que se defendió que los cuidados sean reconocidos "como un bien social". También hubo referencias a la situación de los Centros de Orientación Familiar de la ciudad, cuya carencia de especialistas en Ginecología hace que tengan que ser atendidos por personal eventual.

Las mujeres que leyeron de forma coral el comunicado se pronunciaron además a favor de "abolir el régimen de empleadas del hogar" y denunciaron la situación de "esclavitud" de las inmigrantes que desarrollan este trabajo sin contrato, ya que les impide acceder a la regularización de su residencia en España. Otra de las reivindicaciones fue el reconocimiento de los derechos de las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales, así como el del papel que juegan las mujeres en el mundo rural, ya que sufren una "desvalorización de su trabajo".

La manifestación fue respaldada por el Concello con la presencia en el Obelisco y la Fábrica de Tabacos de puestos informativos sobre el programa municipal Fomos, somos, seremos€ Eu son o cambio, que cuenta con los talleres Conversas para o cambio social, diseñados para los estudiantes de Secundaria y que pretenden sensibilizarles sobre la existencia de ambientes y roles masculinizados que son asumidos como normales.

La Casa da Cultura Salvador de Madariaga y la Casa Museo Emilia Pardo Bazán albergan por su parte exposiciones, mientras que en el Teatro Rosalía Castro, el centro Ágora y el Fórum Metropolitano se representarán piezas teatrales. En los espacios de atención a la infancia se realizará la actividad As nosas guerreiras, en las bibliotecas municipales habrá charlas y exposiciones, y en el Fórum se ofrecerá el ciclo de cine Retallos de muller. Los centros cívicos acogerán además muestras feministas y el 28 de marzo se celebrará la segunda carrera y marcha solidaria Querémonos vivas!, que destinará la cuota de inscripción a la investigación sobre el cáncer de mama.