Eva, Marta, Pepa y Carmen se incorporaron ayer a la marcha del 8-M para apoyar lo que consideran un "movimiento político" encaminado a "derribar al patriarcado", que, según indican, es el sistema que "hace que no haya igualdad" de manera efectiva y mantiene leyes que perjudican a las mujeres. En el 8 de marzo, un día de "alegría" y también de "resiliencia" de la lucha feminista, apostaban por sobrepasar el capitalismo y crear un nuevo modelo más equitativo, con ejes como el derecho a los cuidados, la justicia social y la sostenibilidad.