Mari Luz Sánchez llevaba tres años peleando para que su hermano dependiente y con problemas de movilidad, Manolo, consiguiese una plaza en una residencia. La vecina coruñesa, que padece una discapacidad visual, vivía una situación insostenible en su hogar y decidió hacerla pública para denunciar la mala gestión de los servicios sociales del Concello y de la Xunta ante su caso, considerado de emergencia.

"Prometí que nunca lo dejaría, pero no puedo ocuparme más de él, porque cada vez me hace menos caso. Se escapa, no puedo ver si se toma las pastillas ni ayudarlo a vestirse ni a asearse", declaró Sánchez a LA OPINIÓN el pasado enero. Ahora, después de dos meses, mucho papeleo y múltiples idas y venidas entre administraciones, el esfuerzo de Mari Luz ha dado sus frutos, y su hermano ha logrado una plaza en una residencia privada de Coirós.

La vecina, que actualmente se encuentra a la espera de que la declaren como persona dependiente por su ceguera, no puede estar más contenta, y cuenta que a partir de ahora su vida será muy diferente. "Estoy muy feliz, porque sé que él va a estar muy bien cuidado allí. Ahora apenas puedo salir de casa ni hacer nada, pero en cuanto ingrese en la residencia voy a cambiar", explica.

Y es que a sus 62 años, Mari Luz tiene claro que la vida todavía tiene mucho que ofrecerle, y ya se ha apuntado a los viajes y actividades del Inserso y de la ONCE, donde trabajaba antes de hacerse cargo de su hermano, tras el fallecimiento de su madre: "Me encantaría ir a Tenerife con mis amigas, y si puedo ir a bailar, también iré".

La buena nueva llegó a su puerta la semana pasada, cuando recibió una carta y una llamada de la Xunta en la que la citaban para una reunión. "Me ofrecieron pagar una parte de una residencia privada, porque en las públicas no había sitio y por su renta mi hermano no tenía prioridad", cuenta.

Desde entonces, con ayuda de su abogada y de la trabajadora social de la administración, Mari Luz contactó con todas las residencias de la zona, y fue en la de Coirós en la que encontró un sitio Manolo, que ingresará el día 1 de abril."En cuanto les conté mi situación me ofrecieron una plaza. Valoro mucho el apoyo de la Xunta, que me ayudará a pagar cada mensualidad, pero estaré agradecida a LA OPINIÓN toda la vida", asegura.

Según le han informado los servicios sociales, una vez que Manolo ingrese en la institución "tendrá la posibilidad de ser trasladado a una pública cuando queden plazas libres", aunque por ahora habrá que esperar. Mientras tanto, Mari Luz tiene por delante una nueva etapa en la que por fin podrá dedicarse a sí misma y, sobre todo, en la que podrá vivir con "la tranquilidad" de que su hermano va a estar "bien atendido las 24 horas".