Diez de los dieciséis detenidos en las redadas antidroga de la operación Luna, que sumó el pasado miércoles ocho registros domiciliarios en Monelos, Meicende, Sada y Ferrol, permanecen en prisión por orden judicial. De los restantes, al menos tres han sido puestos en libertad y otro está a disposición de la Fiscalía de Menores.

De acuerdo con fuentes policiales, los detenidos pertenecían a un "clan familiar" en el que "tres generaciones" se dedicaban al menudeo. El "centro de operaciones" del clan, según la Policía, se encontraba en A Coruña, en un bloque de edificios próximo a la iglesia de Oza.

Los agentes incautaron cocaína y una pequeña cantidad de hachís, así como material de corte de estupefacientes. También requisaron cuatro vehículos y casi 10.000 euros en efectivo. En uno de los pisos de Monelos se halló una pistola de nueve milímetros con munición y dos armas largas de balines, y en Ferrol, dos armas de fuego cortas, una real y otra simulada. Los ocupantes de los domicilios habían asegurado las puertas con vigas de madera para dificultar su apertura desde fuera.

A todos los detenidos se les imputan delitos de asociación ilícita y contra la salud pública. Sobre algunos de los capturados en A Coruña pesan otras acusaciones: en de caso de cuatro, tenencia ilícita de armas, y en otro caso, cargos por blanqueo de capitales.