El Tarabelo vivió una semana difícil. Así lo explica su dueño, Jesús López: "El lunes aún hubo gente, pero a partir de ahí fue todo hacia abajo". Ayer al mediodía, solo dos personas comieron en esta taberna. "La gente tiene mucho miedo y se nota", reconoce Jesús López. El propietario del Tarabelo entiende que "los medios transmitan el mensaje de que hay que quedarse en casa" para evitar la propagación del virus. Hasta ayer, el hostelero estaba "esperando nuevas medidas", que finalmente anunció el presidente de la Xunta, por lo que cierran bares y restaurantes.