La Cocina Económica y la Institución Benéfica Padre Rubinos han tenido que adaptarse a toda prisa a los protocolos para frenar el avance del coronavirus. En el comedor de la Cocina Económica han tenido que reducir el número de personas que acuden a la vez a comer en las instalaciones. De los 94 puestos que tienen, ocupan 31 en estas jornadas y, según van saliendo unos usuarios, van entrando otros, respetando las distancias y el contacto físico para evitar contagios.

La institución defiende que seguirá dando servicio, aunque, con el objetivo de reducir la concentración de usuarios en sus instalaciones, prevé organizar una entrega de comida para toda la semana a las familias que recogen el menú diariamente tanto en su sede central como en la Sagrada Familia, en O Birloque, y en O Castrillón, a partir del lunes, si la logística se lo permite, ya que tiene que contar con recipientes adecuados a esta entrega de comida, para que no se estropee.

Para los usuarios que acuden diariamente a comer a las instalaciones de la calle Orzán, los trabajadores de la Cocina Económica han pensado también en una solución adaptada a la situación actual, y es que cada uno de los comensales se lleve una fiambrera con la ración del día y que, de este modo, no se junten en las instalaciones las 200 personas que, a diario, y por turnos, comen en sus dependencias. Su intención es empezar cuanto antes, aunque, en este caso, es también necesario contar con material para embalar de forma correcta el menú, por lo que, su puesta en marcha se realizará entre hoy y la próxima semana.

El servicio de farmacia „por el que la Cocina Económica ofrece ayudas para que sus usuarios puedan retirar sus medicamentos„ se mantendrá en estos días en los que se recomienda no salir de casa, aunque, por prevención, se suspenden, al menos durante los próximos quince días, los demás, entre ellos, los de ropero o el punto en el que los usuarios leían y veían la televisión, se quedarán en el aire hasta nueva orden.

Pero ¿qué hacen los que no tienen un hogar en el que encerrarse? En el albergue de Padre Rubinos mantienen el servicio en funcionamiento, aunque, según explicaron ayer fuentes de la institución benéfica Padre Rubinos, ya no registran a nuevos usuarios, sino que dan dormida a los que ya utilizaron este servicio en otras ocasiones.

En su comedor se han reducido los puestos en el comedor por cada turno, de los 120 disponibles, actualmente, solo se utilizan 55 a la vez, para que los usuarios mantengan la distancia de seguridad para no contagiar ni contagiarse.