Las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio denuncian que están desprotegidas en este momento en el que las personas a las que cuidan forman parte del grupo más vulnerable ante la llegada del coronavirus. La portavoz de las delegadas del servicio de UGT, Mari Morales, denunció ayer que sus empresas no les proporcionaban mascarillas y que ellas, unas 500 empleadas, al ir a todas las casas, andar por la calle y en el transporte público, eran potenciales portadoras del virus que, transmitido a personas con patologías previas o muy mayores tiene resultado fatal.

La edil de Benestar Social, Yoya Neira, aseguró que el Concello está intentando casar los derechos de las trabajadoras con los de los pacientes y que, para ello, se pondrá a disposición de las administraciones para coordinar todos los recursos existentes, tanto materiales como personales, y para poder optimizar el servicio, toda vez que existe desabastecimiento de mascarillas y geles desinfectantes. En este punto, Concello y trabajadoras están de acuerdo, ya que ambas partes consideran que hay que priorizar a las personas que vivan solas y a los grandes dependientes en la atención, para que sean las familias las que se hagan cargo del cuidado de sus mayores en los casos en los que sea posible, para evitar que las trabajadoras se infecten y contagien a personas que no puedan superar la enfermedad.

Las trabajadoras del servicio de Arteixo están también en esta lucha, aunque el Concello no les ha dado ninguna explicación, a diferencia del de Cambre, que ya restringió esta actividad.