Ana Veiga empezó a trabajar en la productora Etiqueta Negra el pasado enero. Desde entonces, su casa es su oficina. "Cada integrante está en un sitio diferente: Vigo, Sarria, Santiago, A Coruña... Al ser una empresa pequeña y de gente joven, tenemos asimilado lo del teletrabajo", cuenta.

Lo que tiene claro es que "la rutina es lo más importante". Por eso, intenta empezar su día como si fuese a una oficina, aunque no salga por la puerta de su casa. "Me levanto siempre a la misma hora, me ducho, desayuno, bajo al perro y me pongo a trabajar. Hay que llevar una rutina, por salud mental y para también ser eficiente", recomienda.

Ana Veiga confiesa que hubo una época de descontrol: "No tenía organización y me encontraba trabajando a las doce de la noche. Eso no puede ser. Lo mejor es tener un ritual de inicio y final". De hecho, cree que "es muy importante saber cuándo dejar el ordenador a un lado".

"Si estás en una oficina, tienes muy presente que hay una hora para irse. En casa no, y se tiende a alargar un poco. Es lo que hay que intentar no hacer", señala.

La trabajadora de Etiqueta Negra defiende que "no siempre lo presencial implica funcionar mejor", por eso confía en el teletrabajo "si uno se sabe organizar bien y es responsable".

Para aquellos que ahora se vean obligados a teletrabajar, por el coronavirus, Ana Veiga aconseja "seguir rutinas para mantener la cabeza fría".

En su salón o en su oficina, Veiga a veces olvida que está en casa. "Es bueno estar centrada en la tarea", asegura, aunque reconoce que "para la gente con hijos va a ser más difícil, porque también tienen que estar en casa estos días".

Otra clave para Ana Veiga es "tener un espacio dedicado al trabajo", es decir, no quedarse en el sofá o en la cama a la hora de ponerse a trabajar. "Desde que teletrabajo, ordeno más mi casa. Hay que tenerla limpia, porque eso ayuda a que te centres más", apunta, y añade que "hay que tener cuidado con las posturas por los dolores de espalda".