El movimiento empezó en Italia, pero no ha tardado en llegar a las viviendas de A Coruña. Con el hashtag Desde mi ventana, los más pequeños hacen dibujos, coloridos, para sobrellevar la cuarentena y recordar a sus vecinos que hay que quedarse en casa.
Las ventanas de Novo Mesoiro ya lucen las creaciones de niños y niñas del barrio. Arcoirís, mensajes de apoyo y ánimo o grandes murales decoran los edificios. El objetivo, cuenta una madre, es "recordar a los demás que hay más gente pasando por la misma situación".
Aunque es cuestión de tiempo que los más pequeños vuelvan a correr por las calles y llenar los parques infantiles, estos días necesitan llenar su tiempo libre con actividades y juegos. Esta iniciativa, además de mandar ánimos a otros y dar un toque más alegre a los barrios, los entretiene mientras hacen sus dibujos.
Desde la asociación vecinal de Novo Mesoiro explican que la idea surgió "de forma espontánea" entre los vecinos que tienen hijos pequeños. Comparten un grupo de Telegram, en el que se apoyan entre todos para afrontar la situación de confinamiento, y ahí propusieron colgar los dibujos en sus ventanas y balcones. Hay quien fue mucho más allá y en lugar de colorear sobre un papel, lo hizo directamente en el cristal.
Ánimo, que pronto se pasa el coronavirus, se puede leer junto a uno de los dibujos. La iniciativa, que también se está haciendo viral por redes sociales, ya se está extiendo por otros barrios y promete invadir las ventanas de la ciudad de dibujos. "Es importante para los niños, para quienes es más complicado entender que estos días hay que quedarse en casa", explica una madre.
