La Universidade da Coruña (UDC) adaptó ayer la resolución de cierre de sus instalaciones a las nuevas medidas tomadas por el Gobierno central y la Xunta para afrontar la crisis sanitaria provocada por el coronavirus que causa el Covid-19. La institución dicta que todo el personal de la UDC "deberá permanecer en sus domicilios en régimen de trabajo no presencial o, en todo caso, localizable" y detalla las "funciones esenciales" que deberán mantenerse, según una resolución aprobada ayer, en la que el rector de la institución coruñesa, Julio Abalde, recordó que la finalidad todas las decisiones que se adoptan es "proteger la salud del personal de la UDC y de asegurar que el alumnado no pierda el curso 2019-2020".

El escrito hecho público ayer por el Rectorado aclara que el personal de la Universidad "con carácter excepcional" deberá "acudir presencialmente a su puesto de trabajo cuando fuera requerido por las personas responsables de su servicio o unidad para atender necesidades inaplazables". Las funciones esenciales que ordena garantizar son: la prestación de la docencia no presencial; la seguridad y limpieza de edificios e instalaciones; las residencias universitarias; el gobierno de la universidad y la dirección de centros; la prevención de riesgos; las tecnologías de la Información y de Comunicación; el pago a proveedores; las retribuciones y cotizaciones sociales, y la atención telefónica.

Entre los servicios que verán suspendida su actividad, por no resultar viable el trabajo no presencial, serán los laboratorios, que analizan muestras para investigadores y empresas o entidades externas. Hasta ayer, los trabajadores tenían orden de acudir al trabajo hoy, a diferencia de otros laboratorios universitarios gallegos, criticaron.

La Universidade da Coruña ruega el cumplimiento estricto de las recomendaciones y medidas decretadas.