Los viajes y el número de plazas en el transporte de autobús interurbano en la comarca de A Coruña y en toda Galicia se han visto reducidos sustancialmente desde que el pasado lunes la Xunta ordenase la adopción de medidas para evitar la propagación del coronavirus, en cumplimiento del estado de alarma decretado por el Gobierno central. Las empresas han reformulado sus ofertas de servicio para que el número de usuarios en cada vehículo solo pueda ser la mitad de su capacidad y las expediciones diarias solo supongan el 50% del total. El plazo máximo para poner en marcha estas medidas es hoy, aunque muchas de las firmas ya se han adelantado y ya publicaron ayer los avisos con las modificaciones para conocimiento de los usuarios.

La principal novedad que se van a encontrar los viajeros que quieran utilizar los autobuses es que tendrán una capacidad muy limitada de plazas. En concreto, solo podrá usarse como máximo el 50% de las plazas de los vehículos, de tal modo que "no se ocupe más de un asiento de la misma fila" y en el caso de que los viajeros tengan que ir de pie, la ocupación de la superficie destinada para estas personas deberá ser al menos "de un metro cuadrado por viajero", según indica la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade.

En el caso de los servicios prestados bajo la modalidad de transporte bajo demanda, se mantendrá la oferta íntegramente de forma que se realicen únicamente cuando exista reserva previa por parte de los usuarios.

El objetivo de esta reducción del servicio es "mantener un mínimo de servicios que facilite la movilidad de aquellos ciudadanos que deban desplazarse teniendo en cuenta las normas de prevención establecidas", según señala la Xunta. La medida, que es complementaria al decreto del estado de alarma del Ejecutivo central, busca evitar la propagación del coronavirus.

La recomendación que realiza el Ejecutivo autonómico para los viajeros es que el pago en los servicios de transporte regular en A Coruña, Ferrol, Lugo, Santiago de Compostela y Vigo sea "preferentemente" mediante la tarjeta de transporte de Galicia o algún equivalente como la Millennium o el bonobús de la gente joven.

Los servicios podrán ser modificados más adelante si así lo ordena la Consellería de Infraestruturas, en función de las necesidades que se detecten.

Las empresas concesionarias de los servicios de transporte público y las estaciones de autobuses de viajeros deben dar la máxima difusión de todas las pautas que publiquen las autoridades sanitarias y que resulten pertinentes, según afirma el Ejecutivo gallego.