Emma Lustres es la directora de la coruñesa Vaca Films. Asegura que el coronavirus ha cogido a la productora "en un momento bueno", en el que se encuentra sin proyectos a medias, pero se sabe una excepción dentro de un área profesional "especialmente perjudicado" por el "parón" de la pandemia.

¿Ha herido el coronavirus al audiovisual?

Sí, ha sido un palo terrorífico. Es como si fuéramos pescadores y la lonja estuviera cerrada. Los cines no funcionan, y no se sabe muy bien durante cuánto tiempo. Desde ese punto de vista, es un parón del 100%. Además, todos los rodajes que estaban en marcha se han parado, y todos los que estaban previsto que empezaran también. Lo único que no se ha detenido son los procesos de posproducción y los de desarrollo de nuevos proyectos, aunque van un poco más despacio porque todas las empresas están haciendo protocolos.

¿Acusan más el golpe las productoras locales como la suya?

Si somos optimistas y pensamos que esto va a durar dos o tres meses, no vamos a sufrir ningún problema porque nos ha cogido en un momento bueno. El drama es para las empresas a las que esto les pille rodando, porque parar un rodaje y retomarlo dentro de un mes es muy costoso y supone un varapalo muy fuerte.

Y obliga a adaptarse, ¿cómo lo hacen desde Vaca Films?

A nosotros nos va a hacer reconducir mucho cómo enfocar la promoción. No vamos a poder hacerla porque no podremos realizar un estreno en Madrid ni empapelar las calles con publicidad. Posiblemente también tendremos que replantear las fechas de estreno. Todo lo que no se estrene en mayo irá a final de año, así que habrá overbooking y habrá que replantearse las cosas.

Hoy las pequeñas productoras se asfixian, pero parece que las plataformas hacen su agosto. ¿Son las grandes beneficiadas?

Las plataformas se van a ver mucho menos dañadas por esta situación, porque va a aumentar el consumo. Pero, como el bolsillo de las personas adelgace, muchas dejarán los servicios de plataforma. A día de hoy, puede haber un consumo mucho más alto, pero a lo mejor en tres meses la gente se da de baja porque no puede pagar.

Junto a ellas, la pantalla engloba a salas, técnicos, actores... ¿Hay un gran damnificado entre los gremios?

Yo estoy más preocupada por los técnicos que por nosotros, porque cómo les afecte esto a las empresas dependerá de la fortaleza que tengan. ¿Esto puede desembocar en el cierre de compañías? Por supuesto. Pero técnicos y actores van a estar varios meses sin tener trabajo, y eso es una realidad... El futuro tampoco es bueno para los cines, porque las salas son empresas a las que les cuesta ser rentables. De hecho, varias cadenas de cine en Estados Unidos ya se están planteando entrar en bancarrota.

El Gobierno está estudiando ayudas para los afectados, ¿qué pide el sector audiovisual?

Nosotros, desde la Asociación Estatal de Cine, hemos transmitido al Ministerio de Cultura a petición de ellos una evaluación en términos económicos sobre la situación. Le hemos solicitado la flexibilidad en todos los plazos que tiene que cumplir una película cuando recibe una subvención, porque se van a ralentizar. Además, los productores estamos obligados a hacer una inversión mínima a la hora de estrenar en el cine. Estimamos que hay que replanteársela una vez que veamos cómo queda el mercado.