Algunos salen a tomar el sol, otros simplemente a respirar aire fresco y los hay que tienen que estar pendientes, como cada día, de sus animales y plantas. Todo ello sin incumplir el confinamiento por el coronavirus. Son vecinos de núcleos rurales como Bens, Nostián, Visma y San Vicente de Elviña, que siguen alejados del centro, quizá más aislados de lo habitual, pero con la tranquilidad de tener un espacio abierto al que poder salir si la cuarentena se hace cuesta arriba. "Esto es más llevadero con un jardín o una huerta. En ese aspecto, somos afortunados", reconoce el presidente de la asociación vecinal de Loureiro de San Pedro de Visma, José Ramón Calvete, que asegura que "los vecinos se están portando muy bien".

El paisaje en estas zonas poco ha cambiado, aunque sí se acabaron los paseos y las conversaciones en mitad de la calle. "Todos estamos cumpliendo. Es cierto que estar en una casa es mejor que en un piso", apunta el portavoz de la entidad vecinal de Nostián, Ángel Sánchez, que comparte un grupo de Whatsapp con gente de la zona para conocer la situación de todos. "Es una forma de estar en contacto. Además, aquí hay mucha gente mayor y así nos ofrecemos si hace falta algo", explica.

Los mayores, más vulnerables ante el coronavirus, se encuentran más dificultades para seguir con su día a día a pesar de lo inusual de la situación. "Los más jóvenes, que somos cinco o seis de entre 30 y 40 años, les ayudamos y hacemos recados", detalla Ángel Sánchez. También en Bens están pendientes de los ancianos. "Normalmente son los hijos los que atienden a sus padres y les hacen la comida, pero si vemos que algún mayor tiene un problema o necesita algo, le ayudamos", cuenta Antonio Conde, de la directiva de la asociación de vecinos de Bens, donde muchos "salen a plantar o a cuidar de las gallinas". "También pusimos una nota para informar del voluntariado del Ayuntamiento", añade.

Entre todos, crean una red para mantener el contacto y no dejar que nadie se enfrente solo a los problemas. Otro hándicap es la falta de supermercados y tiendas para abastecerse. "En Visma, desde la ronda de Outeiro hasta Os Rosales, solo hay una panadería. Para hacer una compra grande tenemos que ir a Carrefour", señala Calvete, al que le preocupa que los vecinos estén "casi obligados a desplazarse" para adquirir alimentos y otros productos. En Bens y Nostián también depende del coche "para casi todo". "Lo bueno es que viene la pescadera y la panadera a nuestras casas", cuenta Ángel Sánchez, que detalla que "para el tema de medicamentos, cualquier joven se ofrece a ir a por ellos". En Nostián, para ir al supermercado, optan por Meicende o Vioño. "Y mejor en coche que en bus porque es más rápido y la cuestión es estar el menor tiempo posible en la calle", asegura.

En San Vicente de Elviña está cerca "el Carrefour y Alcampo para hacer la compra semanal". Lo cuenta un vecino del barrio, Luis Trillo, que confiesa que "el confinamiento está yendo bien". Apunta además que "la Policía Local suele patrullar por la zona", por lo que no hay opción a incumplir la cuarentena. Los vecinos de Bens también han visto pasar a los agentes del 092, mientras que los de Nostián reclaman una mayor atención. "Aquí ya estábamos pendientes de que nos limpiaran las calles, pero no sabemos nada del Ayuntamiento. En algunos sitios, como Arteixo, se han desinfectado las vías. Sería un detalle. Pero aquí, si no nos mata el Covid-19, nos matará la refinería. Seguimos en el olvido", sentencia Sánchez.

Estos vecinos tienen en común que viven en núcleos rurales, lejos del ruido y respirando aire fresco, pero también coinciden en que quieren "que esto pase pronto para volver a la normalidad".