Hay sorpresas que calientan las noches más frías. Como la que recibió hace unos días un transportista que iba a cenar algo de queso en un parking de Coirós cuando el dueño de la parrillada Barral les sorprendió a él y a dos compañeros con un "pedazo de cena" gratis. El hostelero le resta importancia: "Llevamos cuarenta años viviendo del transporte y ahora no les vamos a cerrar las puertas", dice.