Siete coches que se encontraban aparcados en la calle Posse ardieron en la madrugada del lunes al martes. El fuego se originó en uno de los vehículos estacionados bajo los túneles y debido al viento que se registró esa noche se propagó a los coches cercanos.
Los bomberos, con siete efectivos y tres vehículos, acudieron a sofocar las llamas alertados por la Policía Local y los vecinos, que aseguraron que se produjeron varias explosiones. La intensidad del fuego también ocasionó una intensa humareda alrededor de las tres de la madrugada.