"Buenos días, Roberto. Le llamo del Deportivo. Soy Javier. ¿Qué tal está?". Así suelen empezar las conversaciones telefónicas, una media de 40 diarias, que desde el lunes está realizando el club coruñés desde su área social para interesarse por la situación de sus abonados más longevos. El objetivo es contactar, o por lo menos intentarlo, con los 336 socios de oro „cinco de ellos de platino„ durante el tiempo que dure la cuarentena para saber cómo se encuentran y charlar con ellos. De fútbol, el pretexto para interactuar, o de lo que sea.

Ayer le tocó recibir una de las llamadas a Roberto Mejuto, socio 262 del Deportivo. Él fue quien descolgó el teléfono, pero perfectamente podría haber sido su mujer, Nieves Valcárcel, abonada 212. Un matrimonio "deportivista desde siempre" que agradece el detalle del club. "Está bien que se acuerden de las personas mayores, sobre todo en estos momentos. Yo me acuerdo mucho de los que están en la calle y no tienen dónde cobijarse, eso es lo más triste", relata Roberto, que conoce a Javier "desde que empezó a trabajar en el Deportivo". El trato es muy familiar, en persona y también por teléfono. "Fue una sorpresa que nos hizo muchísima ilusión", añade Nieves.

Viven solos en su piso de la glorieta de América, la misma vivienda donde él nació hace 78 años. Tienen dos hijos, Roberto y Bruno „en Chile y Caión, respectivamente„ pero ni siquiera al más próximo le dejan acercarse "por el tema del coronavirus", argumenta la madre. Muchas llamadas telefónicas, pero nada de contacto físico para preservar la salud de todos. Se encuentran bien, aunque Nieves se siente "un poco atacada" de los nervios por el confinamiento. Demasiado tiempo solos sin salir a la calle, como tantos y tantos mayores. Cualquier gesto de empatía, aunque sea una simple llamada, ayuda.

Conversaciones largas

"Desde el club es nuestra obligación tener una relación más especial con aquellos socios que llevan más de 50 años de fidelidad „explica Gelines Romero, responsable del área social del Deportivo„ ¿Qué mejor manera que llamarlos desde la Oficina de Atención al Deportivista para saber cómo están, charlar un rato con ellos y preocuparnos por si necesitan algo? En general, la gente tiene muchas ganas de hablar y le hace ilusión recibir una llamada del Deportivo". Hablan de fútbol pero también "de otros temas, lo que les apetezca, y por supuesto también les insistimos sobre la importancia de que todos nos quedemos en casa".

Gelines Romero y dos compañeros de la OAD son quienes están realizando las llamadas. Todos tienen pautado un protocolo de actuación para, en el caso de detectar alguna situación sospechosa de necesitar atención urgente, informar inmediatamente a la Cruz Roja. "De momento, no ha sido necesario", apunta Gelines. Los tres comparten una base de datos online en la que intercambian la información sobre los contactos y detallan algunas anécdotas curiosas. "Uno pidió que le mandáramos saludos al presidente, otro que le agradeciésemos a Álex Bergantiños sus vídeos animando a la gente a quedarse en casa... Muchos vieron hace poco la final del Centenariazo Centenariazo Centenariazorepetida en Teledeporte y nos hablan de ese y de otros partidos históricos del Dépor. Se acuerdan de alineaciones de hace muchísimos años", relata.

Es el caso de Nieves y Roberto, que empezaron a ir juntos a Riazor incluso antes de empezar su noviazgo. "Nos conocimos el día de Navidad „recuerda el marido„. Luego fui al fútbol con ella y unas amigas suyas, a Lateral de Marcador, y después nos hicimos socios". Primero él, aunque Nieves lleva más años ininterrumpidos de fidelidad al club. "Yo ya iba al fútbol de niño, en los tiempos de Lestón y Acuña. En el 56 me hice socio pero en el 64 me marché para Inglaterra y, tan pronto como volví, en el 68, ya me di de alta otra vez", explica orgulloso Roberto mientras su mujer, pegada al teléfono, presume de tener más antigüedad en su carnet blanquiazul pese a ser dos años más joven: "Yo, la primerita; desde el 1 de julio de 1965". "Las mujeres, al poder", admite con buen talante su marido.

Siempre inseparables. Fieles el uno al otro y también al Deportivo, al que esperan volver a animar lo antes posible como solían hacer cada dos semanas desde sus butacas de Preferencia Superior. "Es difícil que fallemos. Mi mujer tiene ido con 39 de fiebre a ver al Deportivo. Yo a lo mejor algún día puedo faltar, pero ella es muy difícil que no vaya al estadio". Riazor los espera.