Desde hace unos días, los alumnos de Víctor Arufe lo ven todas las mañanas a través de una pantalla. El docente de Educación Física de la Universidade da Coruña, que recientemente recibió un premio SIMO por su proyecto inspirado en el Fortnite, ha sido uno de los muchos profesores que se han sumado a las teleclases y, como no podía ser de otra manera, lo ha hecho de forma especial.

En esta ocasión, Arufe ha echado mano de un proyecto didáctico que desde febrero ha revolucionado sus aulas, y nunca mejor dicho. El profesor se ha enfundado en un mono de trabajo rojo, ha ocultado su rostro con un careta de Dalí y ha invitado a sus alumnos a participar en un juego al más puro estilo de La casa de papel. "Es una experiencia de gamificación inspirada en la serie. Con ella se trabajan los contenidos de la materia fuera del horario lectivo. La diseñé antes de que empezase esto, pero ahora me viene genial", explica el profesor.

Como en sus anteriores proyectos, el profesor se ha implicado al máximo y hasta ha colgado unos vídeos en su web que simulan el tráiler de la popular serie: "A través de esta experiencia, los alumnos forman equipos con los nombres de ciudades, obtienen puntos leyendo libros y artículos sobre la materia en su tiempo libre, suben de nivel y se enfrentan a otros grupos en batallas de preguntas", detalla. Y todo, por supuesto, sin moverse de casa.

Las clases virtuales con los estudiantes ocupan las mañanas del profesor, pero el resto del día lo dedica a una tarea todavía más importante. "Estoy con mis niños todo lo que puedo", asegura. Para él, el tiempo de cuarentena "tenía que tener algo positivo", y en este caso ha sido el pasar tiempo con la familia: "Entre el trabajo de los padres y el cole de los niños pasamos poco tiempo juntos. Es una asignatura pendiente en muchos hogares". Por ello, Arufe no entiende "el agobio" que muchos sienten por pasar tanto tiempo en casa, "con todas las comodidades y con la familia". Para el profesor, algo tan sencillo como sentarse en el sofá con sus hijos "para ver una peli y reírse todos juntos" es una experiencia muy positiva que evita "el aislamiento de los niños", algo que puede llegar a producirse en esta situación. "La sobreexposición de los más pequeños a la consola o a la tablet es muy frecuente, y debería de evitarse", explica.

El docente también hace hincapié en que a los padres no debería preocuparles "que un hijo no vaya a clase durante unos días", ya que en estas semanas pueden aprenderse cosas igual de importantes que la literatura o la historia. "No hay que olvidarse de trabajar lo del cole, pero deberíamos de aprovechar para que los niños jueguen, estén con la familia y aprendan cosas tan simples como las tareas domésticas. También es importante que tengan tiempo de aburrirse y creen sus propios juegos", concluye.