"Llevo en A Coruña 18 años. Coincidí con la catástrofe del Prestige, pero esto es lo peor que he vivido aquí". Lamine Sarr, secretario general de la asociación África Universal, se expresa con contundencia: "Somos unos más de esta ciudad, queremos compartir el dolor". La entidad que coordina, compuesta en su mayoría por ciudadanos de origen senegalés, ha puesto en marcha una colecta para que así sea. Pese a que entre los migrantes se encuentra uno de los colectivos más vulnerables ante el parón de actividad que ha supuesto el confinamiento, el de los vendedores ambulantes, la asociación ha dispuesto que la recaudación no debe entender de orígenes o ascendencias.

"Da igual si son inmigrantes, españoles, marroquíes... con la recaudación queremos ayudar a todo el que podamos", explica Lamine Sarr. Hasta ahora no habían permanecido impasibles, ya que los integrantes de África Universal se dispusieron a actuar desde el primer momento. "Cuando empezó, contactamos con el Concello para ofrecernos como voluntarios para echar una mano a la gente mayor o a quien lo necesitase", revela Sarr.

Pese a que no pudieron contribuir de esa manera, ya que las listas estaban cerradas ante el gran número de personas que se prestó a colaborar con el servicio municipal, proponen, con la recaudación, que todo el mundo pueda contribuir desde sus hogares.

Las donaciones, que podrán depositarse en la cuenta ES50 2100 5496 2602 0006 2262, de La Caixa, irán destinadas a aquellos que están sufriendo las peores consecuencias del encierro y la incertidumbre: el colectivo mantero, empleadas del hogar, personas mayores y, en general, todo aquel que encuentre dificultades para hacer frente a los gastos que se avecinan en los meses venideros. "Queremos mantenerla mientras dure el estado de alarma. Nos reuniremos e iremos mirando cómo repartimos caso por caso", explica.

Un gesto que nace de la empatía de un colectivo que sabe lo que es vivir situaciones límite. "Siempre escuchamos que estas cosas pasan en otros lugares. En mi tierra natal, en África, pasan mucho estas cosas. Tenemos que ser solidarios y saber lo que es vivir algo así, porque en otros pueblos lo han pasado", invita.

Anima a tener especialmente en cuenta a los más indefensos ante la crisis del coronavirus, las personas mayores; que necesitan, ahora más que nunca, de nuestro esfuerzo y cariño: "En Senegal decimos que cuando muere una persona mayor, es como una biblioteca que se quema. Cuando se va una vida humana, sea joven o mayor, no se puede cambiar por nada".

Apoyo municipal

"Estamos trabajando sin descanso, los siete días de la semana", manifestaba ayer la concejala de Servicios Sociales, Yoya Neira. Servicios sociales y entidades sin ánimo de lucro de la ciudad trabajan a pleno pulmón para paliar las carencias que puedan suponer estos días de confinamiento para la población más vulnerable.

Concello y entidades sociales funcionan en coordinación para asegurar la cobertura de las peticiones, que se han multiplicado desde que el pasado 16 de marzo quedase decretado el estado de alarma. "Hemos hecho 185 derivaciones a Cáritas, lo que permite solucionar el tema de los alimentos con más rapidez", explica Neira. Desde Cáritas se está poniendo a disposición de las personas que carecen de ingresos debido a la situación de encierro un cheque de 50 euros para la obtención de alimentos y otros artículos de primera necesidad.

Además, desde la semana pasada se trabaja, a través del programa A Flote, en el reparto de tarjetas cargadas con cuantías de entre 50 y 120 euros, válidas para los supermercados de la cadena Vegalsa, para sufragar las necesidades más urgentes de los colectivos que se encuentren en situación de vulnerabilidad. "Todo lo que es urgente se está tramitando, estamos en contacto con todas las entidades", señala la concelleira.