Los clientes más mayores han encontrado en Casa del Río un aliado. "Nos dejan peticiones para comprarles medicinas o un periódico y que lo recojan aquí. Lo hacemos por ayudar", dicen desde el establecimiento. Su despegue hace apenas seis meses se ha visto avivado por el Covid, y hace días que el trajín es constante. Por las mañanas despachan y por la tarde reparten los pedidos, un servicio que han incorporado por la pandemia y que alcanza los 15 por día. Algunos los preparan para ese cliente que "ya no quiere parar" en la tienda, aunque "aquí como mucho hay dos personas". "La gente espera fuera, no hay la afluencia de los supermercados. Y si no tenemos algo, lo vamos a buscar".